Xavi Hernández, siete veces campeón de España con el Barcelona, jugará hoy (si un milagro no lo remedia) su último partido de la Liga de Campeones de Europa en el Camp Nou ante el Bayern Munich.
En este duelo de ida por la semifinal será la última vez que él escuche la fanfarria de la Champions antes de empezar un partido ante sus aficionados, advirtió Santi Giménez en su columna de diario AS.
La sensación de saltar al campo, arropado del coro de su gente: “Xavi, Xavi, Xavi”, no lo volverá a vivir jamás en el campo del que ha sido el club de toda su vida. La vuelta será en Múnich y la final, de llegar a esa instancia, en Berlín.
El suceso ha pasado casi inadvertido por el revuelo que ha causado el regreso al Camp Nou del extécnico del Barça, Pep Guardiola, ahora al mando de los bávaros.
Pero el volante de 35 años, ganador de tres Champions, no demanda notoriedad. Sus logros deslumbran.
“A mí no me reconocieron hasta el 2008, y ya llevaba diez años en el equipo”, dijo Xavi el sábado en una entrevista publicada por El Periódico de Cataluña, en la que confesó que tres veces estuvo a punto de marcharse. El volante, que llegó al club a los 11 años de edad como delantero, ahora aún no decide si retirarse ya o jugar dos temporadas más, pero en Catar.
Y que la imagen de Guardiola hoy lo opaque tampoco le sorprende. Ya los comparaban cuando Xavi apenas empezaba y Pep era estelar en el medio campo blaugrana. Años más tarde pasó a ser la extensión en la cancha del que fuera su DT.
Nada ha sido fácil para Xavi. Un taxi lo recogía al salir de la escuela para ir a entrenar, más tarde viajaba en tren y hacía los deberes durante el trayecto. Pero como él dice, “sin amor al Barça no logras nada”, y su cariño al club lo siente retribuido.
Hoy Xavi es el jugador que más partidos de competición europea ha jugado (170), y va en busca de su cuarta corona europea.
Fuente: El Universo