En Japón, ha surgido una curiosa tendencia: pagar por compañía… ¡pero silenciosa!
Personas como Shoji Morimoto ofrecen servicios donde simplemente acompañan a otros sin hacer nada en particular.
La idea es brindar presencia y escuchar, ya sea en una caminata, en un restaurante o simplemente mientras se relajan.
Este fenómeno refleja una creciente necesidad de alivio ante la soledad y la presión social, especialmente en un país conocido por su cultura laboral extrema.
La industria del “compañero silencioso” ha crecido, ofreciendo a los japoneses una forma peculiar de sobrellevar su día a día y el estrés social.