Roland Garros: Djokovic y Murray a la final

Viernes de lujo en Roland Garros. Novak Djokovic, que busca el único Grand Slam que aún no ganó, se impuso por 6-2, 6-1 y 6-4 a Dominic Thiem en un partido de gran nivel y avanzó a la final de Roland Garros, donde se medirá ante Andy Murray (2º), que derrotó por 6-4, 6-2, 4-6 y 6-2 a Stan Wawrinka, defensor del título.

Djokovic, en su mejor función. El serbio tuvo un día sin fisuras, con un nivel superlativo y minimizó la amenaza de Thiem, quien jugaba su primera semifinal de Grand Slam. El N°1 hizo sencillo un choque durísimo en el que el austríaco, pese a la derrota en sets corridos, también dio batalla y buscó una pelea de igual a igual.

El inicio del partido, con altísima intensidad. Y el N°1 del mundo sacó tajada de eso. Acostumbrado a jugar mayor cantidad de partidos de este calibre, el serbio tomó el control rápidamente. Quebró de arranque, para el 2-0, y le pasó la presión a Thiem, que no le pudo seguir el ritmo al serbio.

Nole mostró toda su jerarquía, variantes de velocidad y altura en sus golpes y, sobre todo, solidez. A Thiem le costó mucho poder doblegarlo y comenzó a forzar de más: abusó de su exquisito revés paralelo y se repitió en errores, a tal punto de llegar a 20 en no forzados.

Djokovic no lo perdonó. Después de salvar una oportunidad de quiebre en el 4-2, el serbio se mostró agresivo desde la devolución y quedó con doble set point a favor. Se le fueron de las manos, pero en el tercero lo pudo cerrar.

Las diferencias se agrandaron en el segundo parcial, con un Djokovic aún más sólido. ¡Apenas dos errores no forzados en todo el set! El N°1, sin dar chances de break lastimó desde el 2-1. Cuatro games consecutivos, con dos roturas, para empezar a definir la historia.

Djokovic tuvo una última prueba de autoridad en el partido. Tras bajar un poco la intensidad y quedar break abajo (3-0), el serbio fue calentando motores y sacó lo mejor de sí en los siguientes juegos. Recuperó terreno rápido con la devolución y firmó una segunda rotura consecutiva para ponerse 4-3. Altísimo nivel.

Con la ventaja, Nole apretó sobre el juego de Thiem, quien, a raíz de su ansiedad y corta experiencia en este tipo de situaciones, no pudo aprovechar una chance de quiebre en el 5-4 y cerró el partido con tres errores no forzados. Djokovic, con boleto a la final tras su mejor función.

Cabe destacar que la gran meta de Djokovic es finalmente poder coronarse en el Abierto de Francia para ser el octavo hombre en completar el Grand Slam de carrera. Ya perdió tres finales en el clay parisino y quiere el famoso trofeo de “los Mosqueteros”, pero para eso le falta un paso. Jugará su 20ª final de Major los Grand Slam e irá en busca de su 12ª corona.

En la otra semifinal, Murray manejó mejor los tiempos en el inicio. El británico supo absorver la potencia de Wawrinka y llegó el partido al terreno que mejor le sentó. Rápidamente consiguió una rotura, para el 2-1, y mantuvo la distancia hasta el cierre. En el 5-4, no obstante, tuvo trabajo extra: salvó tres situaciones de quiebre.

Con envión, el escocés aplicó un golpe anímico en el arranque del segundo set. Quiebre “en cero”. Y un par de juegos después, una segunda rotura para el 4-1. Murray no dejó lugar a la reacción de Wawrinka y con un sprint de 8-1 en puntos con saque sacó una diferencia de dos sets.

Murray manejó mejor los tiempos en el inicio. El británico supo absorver la potencia de Wawrinka y llegó el partido al terreno que mejor le sentó. Rápidamente consiguió una rotura, para el 2-1, y mantuvo la distancia hasta el cierre. En el 5-4, no obstante, tuvo trabajo extra: salvó tres situaciones de quiebre.

Murray tuvo una gran oportunidad para empezar a cerrarlo, con break point a favor en el 1-1, pero lo dejó correr e ingresó en una zona peligrosa. Al límite, Wawrinka sacó sus mejores golpes, contagió al público y se subió a un juego de adrenalina. Así llegó a un quiebre clave en el décimo game para el 6-4.

Los fantasmas, bien lejos en el inicio del cuarto set. El escocés firmó un rápido quiebre, mantuvo a distancia cualquier intento de reacción de Wawrinka y terminó cerrando la historia por un sólido 6-2.

El escocés, que llega a París con el status de candidato por su título en Roma (venció a Djokovic en la final) y por ser finalista en Madrid, jugará su primera final en Roland Garros.

Fuente: ESPN