Proyecto CiegoCleta, 10 años cambiando la vida sobre dos ruedas

Con el paso del tiempo y el desarrollo de la urbanidad en las ciudades, la bicicleta se ha convertido en un medio de movilización, por lo que varios deportistas con discapacidad visual de Ecuador practican esta actividad para pasear o en competencias, siempre en dos ruedas.

El proyecto de ciclismo para personas ciegas (CiegoCleta), que en Ecuador se desarrolla desde hace 10 años, tiene como objeto cambiar la vida de este grupo a través de una bicicleta en la que los pedalistas van acompañados por guías, quienes son sus ojos sobre el ‘caballo de acero’ para dos personas o conocidas como tándem.

“Lo que pretendemos con el programa es cambiarles la vida a través de una bicicleta y eso es lo que hemos estado trabajando en los últimos meses”, señaló a Andes Miguel Ramos, uno de los impulsadores de la CiegloCleta.

La idea nació desde que su promotor, Ramos, se percató de que podía ayudar a estas personas discapacitadas a percibir de otra manera el mundo, dado que en los paseos o viajes los guías se convierten en los ojos de estos deportistas.

La ciclista Anabel Morales, quien desde hace dos meses compite con su guía Manuel Bermeo, confesó a esta agencia lo que más le gusta cuando está en la bicicleta. “Puedo percibir la naturaleza, donde nos encontramos con ríos, charcos y hasta piedras”, dijo esta ciclista, quien perdió la vista a causa de una enfermedad.

Anabel cataloga a este tipo de experiencias le sirven para “olvidarme que soy una persona con discapacidad”, y añade: “soy una persona ciega, que tengo mis limitaciones y pienso que puedo integrarme a la sociedad en las cosas que normalmente se hacen. Además me llena de emotividad saber que puedo pedalear y competir con el resto”.

Además de pedalear, los guías van contando a sus pasajeros lo que pueden ver en el trayecto y asimismo les ayudan cuando existe un hueco, un rompe velocidades o un auto. Ellos, en cambio, deben ayudar con la pedaleada, lo que les sirve también para ejercitar sus músculos.

Deportistas con discapacidad

Bermeo, en tanto, considera que ser guía es algo “genial”. “Puedes prestar tus ojos a quien lo necesita para descubrir el mundo porque hay personas que perdieron la vista por enfermedad o un accidente, pero también hay otros que nunca pudieron ver. Así que es espectacular hacer esto”, dijo.

El también ciclista de montaña explicó a esta agencia de noticias cuál es la misión de un guía. “Uno va describiendo lo que se va observando en el trayecto por ejemplo hay árboles o escucha hay un río a tu derecha, en definitiva hay que contarles todo el panorama para que entiendan y se lo imaginen”, describió Bermeo, con más de 15 años de experiencia en el ciclismo.

Entre los recorridos que han realizado están desde la Mitad del Mundo a San José de Minas, una competencia en Flor del Valle en Santo Domingo, así como la Quito-Riobamba y la última en la ciudadela Mena, al sur de Quito, hasta El Cinto.

Varios de los guías son personas que se encuentran en rehabilitación de adicciones a las que el proyecto de CiegoCleta apoya en su proceso de salir de esa situación.

“Es muy satisfactorio porque le estoy ayudando a una persona ciega a hacer deporte, porque imagínate es difícil para ellos practicar la bicicleta y nosotros los ayudamos para que cumplan un sueño si se quiere. Además uno es los ojos y ambos somos los pedales”, relata Javier M, quien pertenece al Centro de Tratamiento de Adicciones.

Desde Ecuador, esta es una iniciativa que habla de que no hay un obstáculo que no se pueda vencer para las personas ciegas o con discapacidad visual.

Ellos surcan por carreteras, caminos en montañas o ríos junto a sus bicicletas y guías para cumplir con sus metas y sueños sin limitaciones de ningún tipo.

Fuente: ANDES