Esta es una de las peores cosas que te pueden pasar en un avión (y que vivas para contarlo). Le ocurrió la semana pasada a una pasajera a bordo de un vuelo de Air Canadá. Cuando la mujer se despertó muerta de frío estaba sola en la aeronave.
Al parecer, y tal y como ha contado este pasado fin de semana, Tiffani Adams se subió a un vuelo de Quebec a Toronto, se puso cómoda y se quedó dormida a menos de la mitad del vuelo de hora y media. Cuando despertó, alrededor de la medianoche, estaba helada y en un avión completamente oscuro. Entonces se dio cuenta de que todo el mundo había abandonado la aeronave sin despertarla.
Adams le envió un mensaje de texto a una amiga para decirle que estaba sola en la oscuridad del vuelo, y segundos después de que iniciaran una conversación a través de FaceTime, su teléfono murió. Según contaba:
Estoy tratando de concentrarme en mi respiración y controlar mi ataque de pánico mientras trato de cargar mi teléfono conectándolo a cada puerto USB que puedo encontrar … pero no tengo suerte porque cuando apagan la aeronave no hay energía.
La mujer avanza por el avión y llega hasta la cabina de pilotos. Allí encuentra una linterna, la enciende y la empieza a agitar fuera de la ventana para intentar avisar a alguien. Luego se acerca a la puerta de salida con ella y logra abrirla. Sin embargo, al mirar hacia abajo se da cuenta que está a muchos metros del suelo:
Entonces veo que un carrito de equipaje se dirige hacia mí, estoy literalmente colgando con mis piernas fuera del avión … el chico está en shock preguntándome cómo diablos me dejaron en el avión. Se acerca y me pudo rescatar.
¿Qué demonios pudo salir tan rematadamente mal para que nadie en Air Canadá se diera cuenta que quedaba una pasajera a bordo? Según le confirmó a Mashable un portavoz de la aerolínea, “estamos revisando el asunto, seguimos con el cliente y estamos en contacto con ella”.
Al parecer, tras el incidente, Adams dice que se acercó un automóvil de Air Canada que la llevó a hablar con un representante. El hombre le ofreció reservarle una limusina y un hotel para pasar la noche. Ella se negó porque quería irse directamente a casa:
Air Canada llamó el lunes y el martes, ambas personas me piden nuevamente que repita lo que sucedió, se disculpan por mis inconvenientes y dicen que harán una investigación porque tienen controles que deberían evitar que las personas se queden encerradas en el avión por la noche.
Como decíamos y a falta de esclarecer cómo pudieron fallar todos los protocolos, la historia de Adams debería aparecer en todas las listas de pesadillas dentro de una aeronave.
Fuente: Gizmodo