Dos fervientes seguidores, Michael Fellows y Jonathan Hadden, han llevado a la icónica Madonna a los tribunales por iniciar su concierto en Nueva York con más de dos horas de retraso.
La demanda, presentada esta semana, acusa a la diva, a Live Nation y al Barclays Center de prácticas comerciales inaceptables.
Según los fanáticos, el retraso no solo causó que el espectáculo terminara pasada la medianoche, sino también problemas con el transporte público limitado.
Esta no es la primera vez que Madonna llega tarde a la fiesta, y sus seguidores exigen justicia. La batalla legal apenas comienza.