La compañía holandesa VanMoof fabrica algunas de las mejores bicicletas eléctricas, y entre ellas se encuentra el modelo S2. Además, VanMoof se distingue por su claro enfoque en la seguridad, incluyendo entre sus características un sistema pionero a prueba de robos. Aunque quizás habría que añadir “casi”.
El modelo S2, una de las joyas de la corona de la compañía, viene con un bloqueo de rueda oculto, una alarma extremadamente potente y sonora, y un faro que parpadea S-O-S en código Morse. Y si todo esto no fuera suficiente, VanMoof también cuenta con un equipo de “cazadores de bicicletas” en busca de la bici utilizando un sistema de rastreo GSM habilitado por SIM.
Para que un ladrón la desactive necesitaría bloquear la señal las 24 horas del día, los 7 días de la semana durante un año, o quitar la tarjeta SIM, destruyendo así la bicicleta en el proceso, o al menos la mayoría de sus funciones.
Desde Digital Trends pusieron a prueba la teoría con un experto en seguridad. Lo que descubrieron: que la afirmación “a prueba de robos” no es cierta, al menos no con el modelo S2 de 3.000 dólares.
¿Cómo? Para ello, el experto pudo ubicar la SIM oculta y dejarla inhabilitada para el rastreo en 60 segundos, todo ello con herramientas de un valor de 12 dólares. Después de quitar algunos tornillos, retiró el asiento de la bicicleta y el módulo ubicado dentro del tubo superior. A partir de ahí, sacó fácilmente la tarjeta SIM.
Consecuencia: la alarma de la bicicleta nunca sonó, y el experto no dañó la bicicleta en ningún momento, “ni fue destruida al desactivar la SIM”, como afirmaba VanMoof.
Tras la publicación del artículo, con vídeo incluido, VanMoof ha lanzado otro diciendo que el modelo que se estaba usando tenía algún tipo de “mal funcionamiento”, alegando que en sus propias pruebas la alarma y el mecanismo de bloqueo se habían activado durante el intento de robo.
Fuente: Gizmodo