Lego, el gigante de los juguetes, sorprende al mundo al anunciar su cambio de rumbo en busca de soluciones más ecológicas para sus icónicos ladrillos. A pesar de su promesa inicial de usar plástico reciclado en la fabricación de ladrillos, la empresa decidió dar un paso atrás, argumentando que la opción no reducía las emisiones de carbono como se esperaba.
No obstante, Lego sigue comprometido con la sostenibilidad y planea explorar otras vías para producir ladrillos más respetuosos con el medio ambiente antes de 2032. Además, están investigando plásticos alternativos y fuentes sostenibles, como el etanol.
Esta decisión marca un nuevo capítulo en la búsqueda de Lego por un futuro más verde, que comenzó con su innovador uso de caña de azúcar en ciertos productos en 2018. El mundo espera ansiosamente ver qué sorpresas tienen preparadas para los amantes de los bloques de construcción.