Un hombre que rastreaba con un detector de metales los campos cercanos a la ciudad de Kalgoorliede, en la región de Australia Occidental, consiguió desenterrar una pepita de oro de 1.4 kilos (49 onzas), valorada en unos $69,000, según informó el diario local The West Australian.
Matt Cook, quien es el dueño de la tienda en donde el afortunado hombre dejó su hallazgo, reveló que ese tipo de piezas se encuentran muy pocas veces al año y que en general suelen ser halladas por especialistas que disponen de aparatos mucho más sofisticados que un simple detector de metales hogareño.
El autor del descubrimiento, quien quiso preservar su anonimato, consiguió localizar la pepita que se encontraba a solo 45 centímetros (1.47 pies) de la superficie.
“Es bueno ver a gente encontrando pepitas como esta”, dijo Cook al diario. “Son más difíciles de encontrar, pero siguen estando ahí fuera”.
El dueño de la tienda afirma que no puede recordar un año en el que hubiera tantos buscadores como en este 2019. “Los precios del oro están altos en este momento, es como una nueva fiebre del oro”, comentó.
La ciudad de Kalgoorlie es famosa para los buscadores del metal precioso, ya que alberga lo que se conoce como la “Milla Dorada”, el lugar donde se desencadenó a finales del siglo XIX la mayor fiebre del oro del país.
Alrededor de tres cuartos del oro extraído en Australia se produce en de la región de Kalgoorlie y en sus alrededores, ya que la localidad alberga una de las minas más emblemáticas de Australia, Super Pit, que produce anualmente unas 28 toneladas de este metal precioso.
Hace una semana, en la ciudad de Bendigo, ubicada en el estado australiano de Victoria (sur), un hombre y sus dos hijas encontraron un lingote de oro valorado en 35,000 dólares australianos (casi $25,000) cuando paseaban por su barrio con su perro, según informó el diario local Bendigo Advertiser.
Fuente: Índice PR