Un equipo de arqueólogos ha hecho un descubrimiento excepcional la pasada semana en la localidad de Nördlingen, en Alemania. Se trata de una espada de bronce de empuñadura octogonal cuya datación provisional se remonta a la edad del Bronce medio, en el siglo XIV antes de Cristo. Pese a su edad (cerca de 3.000 años), el arma está en un estado de conservación tan excepcional que aún conserva parte de su brillo.
Las espadas de la edad de bronce ya son raras de encontrar, y normalmente aparecen muy deterioradas. De ahí la importancia de este hallazgo. El profesor Mathias Pfeil, jefe de la Oficina Estatal Bávara para la Conservación de Monumentos explica en un comunicado que la espada ha aparecido durante las excavaciones de una tumba que contenía los restos de tres personas (un hombre, una mujer y un joven) perteneciente a la Edad de Bronce. La espada estaba acompañada de numerosos artefactos cómo vestimenta o puntas de flecha que aún deben ser catalogados.
Las espadas de empuñadura octogonal eran típicas del sur de Alemania y de otra región a caballo entre el norte del país y lo que hoy es Dinamarca. Aún hacen falta más análisis para determinar la procedencia exacta de este arma, pero lo que sí se sabe es que, pese a su lujosa apariencia y a carecer de marcas visibles de batalla, se fabricó para el combate ya que el punto de equilibrio del arma está correctamente situado.
Solo un puñado de artesanos de aquella época eran lo bastante hábiles como para forjar estas espadas, ya que la empuñadura se fundía sobre la hoja y se remataba con remaches en una técnica conocida como sobrefundido. El paso de los años ha oxidad el cobre de la aleación de bronce, dando a la empuñadura el vistoso color verde que aparece en las fotos. El arma tiene una longitud total de 67cm, con una anchura de hoja de 3,7cm.
¿Cómo es posible que haya llegado tan bien conservada hasta nuestros días? Miriam Windsheimer, portavoz de la Oficina Estatal Bávara para la Conservación de Monumentos ha explicado a Gizmodo en un correo que el secreto está en el terreno. Las peculiares condiciones del suelo de la zona han servido para crear una capa compacta alrededor de la espada que, junto con la propia pátina del bronce, ha contribuido a aislarla de otros agentes ambientales.
¿Cómo es posible que haya llegado tan bien conservada hasta nuestros días? Miriam Windsheimer, portavoz de la Oficina Estatal Bávara para la Conservación de Monumentos ha explicado a Gizmodo en un correo que el secreto está en el terreno. Las peculiares condiciones del suelo de la zona han servido para crear una capa compacta alrededor de la espada que, junto con la propia pátina del bronce, ha contribuido a aislarla de otros agentes ambientales.
Fuente: Gizmodo