Esta es la tabla periódica más antigua del mundo

En el laboratorio de química de la Universidad de St. Andrews acaban de encontrar un cuadro escolar con una versión muy temprana de la tabla periódica de elementos. Se remonta a la década de 1880 y se cree que es la tabla más antigua del mundo.

El cuarto de almacenamiento del departamento de química de la universidad escocesa no se había limpiado adecuadamente desde que abrió sus instalaciones en 1968. Ha sido necesario un esfuerzo de varios meses para volver a poner en orden. El proceso terminó en 2014, pero los trastos que sacaron no se habían examinado hasta ahora. Según un comunicado de prensa publicado por la Universidad de St. Andrews, entre todo el desorden que se había acumulado a lo largo de los años había un alijo de documentos de enseñanza enrollados.

Cuando el químico Alan Aitken desplegó uno de estos gráficos, vio una versión desactualizada de la tabla periódica de los elementos. En la parte superior había un título escrito en alemán: “Periodische Gesetzmässigkeit der Elemente nach Mendeleieff”, que se traduce como “Regularidad periódica de los elementos según Mendeleev”. La tabla era extremadamente frágil, y algunos fragmentos se desmoronaron en las manos de Aitken durante la manipulación inicial. El mal estado de la tabla, junto con su visión arcaica de los elementos ya hizo sospechar que era muy antigua.

Una investigación detallada de la tabla y sus orígenes ha confirmado estas sospechas. Sí, la carta es muy antigua. Se remonta nada menos que a 1885, según la universidad. No solo eso, ahora mismo es el cuadro de aula más antiguo conocido que muestra la tabla periódica de los elementos.

La tabla periódica fue desarrollada por primera vez por el químico ruso Dmitri Mendeleev en 1869, quien revisó su propio trabajo en 1871. La tabla recién descubierta es bastante similar a la versión revisada, pero con diferencias importantes. Como explica el comunicado de St. Andrews:

La tabla de St. Andrews es claramente un espécimen temprano. La tabla está anotada en alemán, y una inscripción en la parte inferior izquierda (Verlag v. Lenoir & Forster, Wien), identifica a un impresor científico que operó en Viena entre 1875 y 1888. Otra inscripción que reza Lith. von Ant. Hartinger & Sohn, Wien identifica al litógrafo de la gráfica, que murió en 1890. Trabajando con el equipo de Colecciones Especiales de la Universidad, la Universidad buscó el consejo de una serie de expertos internacionales. Después de investigaciones adicionales, no parece existir un cuadro de lectura anterior a la tabla. El profesor Eric Scerri, experto en la historia de la tabla periódica con sede en la Universidad de California en Los Ángeles, dató la tabla entre 1879 y 1886 en función de los elementos representados. Por ejemplo, tanto el galio como el escandio, descubiertos en 1875 y 1879 respectivamente, están presentes, mientras que el germanio, descubierto en 1886, no lo está.

Una investigación posterior sobre los registros financieros de la universidad mostró que Thomas Purdie, profesor de química desde 1884 hasta 1909, compró la tabla de un catálogo alemán en octubre de 1888. La tabla en sí fue fabricada en Viena en 1885.

Con la fecha y el origen de la carta establecida, los funcionarios de St. Andrews emprendieron la tarea de preservar la reliquia para la posteridad. Se solicitó al equipo de Colecciones Especiales de la Universidad que realizara una restauración con fondos provenientes del National Manuscripts Conservation Trust.

Trabajando con cuidado para no dañar mas la tabla, los restauradores utilizaron cepillos para eliminar la suciedad de la superficie. Después separaron la carta con mucho cuidado de su pesado respaldo de lino. Se aplicó agua desionizada para eliminar los años de decoloración y se utilizó papel kozo japonés y pasta de almidón de trigo para reparar las muescas y los huecos en la tabla.

Como paso final, los restauradores crearon una réplica a tamaño completo del gráfico, que ahora se muestra en St. Andrews. En cuanto al original, descansa de manera segura en una sala con clima controlado en las instalaciones de Colecciones Especiales. Esperemos que no se les olvide que está ahí por otro siglo.

Fuente: Gizmodo