Elon Musk sigue siendo un hombre increíblemente rico, pero ya no puede presumir de ser el más rico de todos, al menos no según los parámetros que utiliza la revista Forbes para medir las fortunas más grandes del mundo. Bernard Arnault, el director ejecutivo del grupo de artículos de lujo LVMH, le ha arrebatado el primer puesto gracias a su patrimonio valorado en 188.000 millones de dólares, que supera los 178.000 millones que se le atribuyen a Musk.
El fundador de Tesla tiene la mayor participación en la empresa de coches eléctricos, con el 14% de las acciones, que utilizó para ayudar a pagar la compra de la red social Twitter el pasado mes de octubre por 44 mil millones de dólares. Tesla también se ha enfrentado en los últimos tiempos a una serie de demandas por los fallos en su modo de piloto automático y se ha visto obligado a retirar del mercado cientos de miles de vehículos debido a problemas técnicos. En contraste, LVMH controla unas 60 filiales que gestionan cada una un pequeño número de marcas de prestigio, entre ellas Christian Dior, Fendi, Givenchy, Marc Jacobs, Stella McCartney, Loewe, Sephora, TAG Heuer, Bulgari y Tiffany Co.
La popularidad de Elon Musk ha caído en picado tras la adquisición de Twitter debido a su polémica visión sobre la libertad de expresión, que se tradujo en la reactivación de la cuenta del antiguo presidente de los Estados Unidos Donald Trump, y al despido masivo de empleados. El pasado domingo, sin ir más lejos, vivió un momento muy incómodo cuando apareció como invitado sorpresa en el espectáculo de stand-up que Dave Chappelle ofreció en San Francisco. Gran parte del público le recibió con abucheos y el veterano humorista tuvo que salvar la situación como pudo mientras Elon se quedaba parado en el escenario sin saber muy bien qué hacer.
“Todas esas personas que te están abucheando, y solo estoy señalando lo obvio, tienen unos asientos terribles. El ruido viene desde muy arriba”, le tranquilizó Chappelle. “Y a vosotros, escuchad, este hombre ni siquiera está tratando de morir en la tierra. Todo su modelo de negocios se basa en: ‘¡Al diablo con la Tierra, me pienso ir de todos modos!’. Abucheadle todo lo que queráis, pero llévame contigo, Elon. Me voy a Marte. ¿Estás de broma? No me perdería esa oportunidad por nada del mundo. El primer club de la comedia de Marte debería ser mío. Un trato es un trato, Musk”.
Fuente: Bang Showbiz