Ecuador logró 33 medallas en Olimpiadas Especiales en Abu Dabi

Ecuador cerró con broche de oro su participación en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales que se disputaron en Abu Dabi.

El abanderado de la delegación nacional, Gilbert Piedra, cumplió con su sueño y le entregó este miércoles 20 de marzo al país 4 medallas más, de las cuales 3 son de oro y una de plata.

Piedra compitió en la categoría de los 105 kilos y superó a sus rivales en las siguientes modalidades: sentadilla, donde levantó 190 kilos; press de banca, con 145 kilos, y peso muerto, 180 kilos, donde fue segundo.

El resultado general dio al pesista Piedra un total de 520 kilogramos. “Me sentí muy bien, con un poco de nervios por la competencia, pero con la ayuda de mi entrenador pude triunfar”, dijo durante la premiación.

Mientras hablaba de este nuevo logro, buscaba entre sus cosas algo que tenía preparado y que viajó con él: la bandera tricolor que le ayudaron a hacer familiares y amigos con el nombre de Ecuador estampado en el centro.

Gilbert siempre vive el recuerdo de sus inicios en su natal Pastaza y a su gente fue dedicada esta actuación en los Juegos Mundiales. “Le doy gracias a Dios, a mis entrenadores Pablo Ayala y David Llerena, en Pastaza, y de manera especial a mis padres, que me están apoyando”, agregó el deportista ecuatoriano. La jornada final de los Juegos tuvo otros ecuatorianos destacados.

David Arellano ganó plata en los 40 km de ciclismo de ruta, mientras que en los 10.000 metros planos el atleta Gabriel Palacios también logró medalla de plata.

El atleta Juan Pugo recuperó la presea de oro que obtuvo en los 3.000 metros planos y por la que en primera instancia fue descalificado, sin embargo la organización de los Juegos rectificó y el miércoles 20 de marzo fue premiado.

Finalmente, el equipo de relevos en natación también se subió al podio por una medalla de bronce.

Ecuador termina su participación en los Juegos con 33 medallas: 8 de oro, 14 de plata y 11 de bronce. Este jueves 21 de marzo será la ceremonia de clausura.

Fuente: El Telégrafo