Esta semana, el gigante de seguros con sede en Londres, Beazley, anunció el lanzamiento del primer “bono de catástrofe” para seguros de ciberseguridad. Dado lo desastroso que se ha vuelto el ciberataque promedio, es una ayuda.
En la industria de seguros, las compañías de seguros utilizan bonos de catástrofe (abreviados como CAT, a veces denominados bonos de desastre) para ayudar a cubrir eventos particularmente dañinos. Hablando tradicionalmente, eso significa cosas como incendios, tornados y otros actos de Dios (o, más exactamente, el cambio climático) que causan estragos financieros incalculables. Ahora los ciberataques entran en esa categoría.
En ese sentido, puedes pensar en los CAT como un relleno financiero, diseñado para ayudar a las compañías de seguros a pagar la cobertura en circunstancias particularmente costosas.
Esta es la primera vez que se lanza un bono de este tipo para ayudar a la cobertura de incidentes cibernéticos, que generalmente no se han considerado en la misma categoría de caos que otros desastres.
El Financial Times informa que el nuevo bono de $45 millones de Beazley ayudará a cubrir los gastos de la compañía en caso de que los costes de asegurar a sus clientes superen el umbral de $300 millones. En ese momento, el bono se pagará a Beazley en lugar de devolver el monto principal de la inversión a un inversionista al final de su ciclo de vida. El bono es básicamente una almohada financiera, diseñada para amortiguar el golpe de ataques cibernéticos extremadamente costosos (es decir, catastróficos).
Panorama general, ¿por qué es esto importante?
Dichos bonos, si se hicieran más comunes, proporcionarían infraestructura financiera y seguridad adicionales a la industria de seguros cibernéticos, lo que les permitiría crecer y expandir sus áreas de cobertura y servicios. Una advertencia importante: el bono no cubrirá los ataques cibernéticos patrocinados por el estado.
Si eres fan de la industria de los seguros cibernéticos, esta es una buena noticia. Los ataques cibernéticos solo se han vuelto más destructivos en los últimos años, con ransomware, en particular, causando daños masivos a empresas de todo el mundo. Lo que es más problemático, la industria de seguros a menudo ha tenido problemas para ofrecer una protección asequible, y las primas siguen siendo demasiado costosas para muchas empresas.
Sin embargo, incluso si el seguro cibernético se vuelve un poco más alcanzable en el futuro, no todos lo ven como una solución productiva al problema del delito cibernético. Desde la perspectiva de los críticos, los pagos a los piratas informáticos solo legitiman el modelo comercial extorsionista que alimenta el inframundo digital. Por el contrario, el FBI siempre ha alentado a las víctimas de ataques de ransomware a que se abstengan de pagar a los delincuentes y, en cambio, busquen ayuda de las fuerzas del orden.
Fuente: Gizmodo