Cómo OpenAI utilizó la equidad para silenciar la disidencia

La semana pasada, Sam Altman, CEO de OpenAI, ofreció disculpas por los contratos que amenazaban con recuperar el capital de ex-empleados si hablaban negativamente sobre la empresa. Aunque inicialmente afirmó no estar al tanto de estas prácticas, documentos filtrados sugieren lo contrario. Estos documentos, firmados por Altman y otros ejecutivos, incluían cláusulas que podrían costar millones a los empleados que violaran acuerdos de confidencialidad.

Un portavoz de OpenAI aseguró que nunca se ha retirado capital a ningún empleado y que las cláusulas restrictivas están siendo eliminadas. A pesar de esto, varios ex-empleados han alzado la voz, criticando la falta de transparencia y responsabilidad en la empresa.