Cinco cosas que posiblemente no sabías de Beetlejuice, a 30 años de su estreno

En 1988, Tim Burton daba muestras de su gran y oscurísima imaginación de la mano de Beetlejuice, una disparatada película protagonizada por Michael Keaton, Winona Ryder, Geena Davis, Alec Baldwin y Catherine O’Hara que rompió muchos moldes y se convirtió en un clásico de culto.

Para celebrar el 30 aniversario de su estreno, te contamos cinco cosas que posiblemente no sabías del film que inspiró una serie de dibujos animados y, muy pronto estrenará en Broadway su versión teatral.

1. El guión original era mucho más oscuro

Lejos del tono de comedia que adquirió finalmente, el libro original era más cercano a una película de terror en su estado más puro. Beetlejuice, en principio, no era un fantasma con tintes de estafador, sino un demonio alado y reptiliano invocado para asesinar a los Deetz en lugar de ahuyentarlos. En ese plan había escenas de mutilaciones varias y hasta un intento de violación del que era blanco la joven Lydia (rol que interpretó Winona Ryder).

Las reescrituras del guión fueron suavizando la historia y convirtiendo al personaje en un espíritu más amigable.

2. Una curiosa primera opción

La mente efervescentemente creativa de Burton tenía una idea fija cuando comenzó a trabajar en su película: el protagonista debía ser, nada más y nada menos, que Sammy Davis Jr. El legendario miembro del Rat Pack tenía todas las características físicas que el director consideraba que Beetlejuice debía tener: un hombre afroamericano, de contextura pequeña y con un rostro muy particular. Por supuesto que el actor y cantante -que por entonces tenía 65 años- rechazó el papel, y entonces fue el productor David Geffen quien sugirió el nombre de Michael Keaton.

3. ¿Burton? ¿Quién? No, gracias

Justamente, Burton contó alguna vez que le costó mucho reclutar al elenco de Beetlejuice. El disparatado guión, sumado a la juventud de su director -además de varios cortos, él sólo tenía un largometraje en su haber, Pee-wee’s Big Adventure- hizo que todo fuera cuesta arriba. La única que dijo que sí desde un primer momento fue Geena Davis, que venía de protagonizar The Fly. Keaton, Ryder, Baldwin y O’Hara fueron huesos más duros de roer, y demoraron en dar el sí y firmar contrato de cara al inicio del rodaje.

4. Lydia se hizo esperar

La conflictuada hija adolescente de los Deetz merecía un rostro especial. Por eso, Burton se esmeró mucho en dar con la actriz que la interpretara. Molly Ringwald, Diane Lane, Brooke Shields y Jennifer Connelly fueron algunas de las que recibieron el guión, pero prefirieron seguir de largo. También estuvieron en la mira Juliette Lewis y Alysa Milano, pero finalmente el director se decidió por Ryder, que un tiempo después volvería a trabajar bajo sus órdenes en Edward Scissorhands.

5. La secuela que no fue

El éxito de la película animó a Burton a pensar en una secuela, que iba a llamarse Beetlejuice Goes Hawaiian. El guión llegó a ser aprobado, y Ryder y Keaton estaban dispuestos para volver a interpretar sus personajes, pero el director se abocó a otros proyectos – Batman yBatman Returns, entre ellos- y el asunto quedó en la nada.

En 2015, Warner Brothers se decidió a reflotar la idea y lo consiguió: si bien no hay detalles acerca de su fecha de estreno, se sabe que ya se ha comenzado a trabajar en la segunda parte, que reunirá a parte del elenco original.

Fuente: La Nación / GDA