Casas inundadas y puente colapsado por fuerte lluvia en Manabí

Los ladridos de su perrita alertaron a María Flores. Era casi la 01:00 de este jueves y el agua ya llegaba a la altura del colchón de su cama. De no haber sido por su mascota, ella cree que su destino habría sido fatal.

Flores reside cerca de la ribera del río Muerto, ubicado en la ciudadela Divino Niño de Manta, el cual se desbordó tras el fuerte aguacero que cayó entre la noche del miércoles y madrugada del jueves. Fueron casi siete horas de lluvia que soportaron varios cantones manabitas.

Hugo Párraga, bombero vecino de Flores, dijo que escuchó los gritos de ella y en compañía de sus hijos procedieron a sacar a la mujer y a sus dos vástagos, de 3 y 5 años.

“El agua llegaba a la cintura, tuvimos que poner un cabo de lado a lado y procedimos a rescatarla… Ella estaba sobre su cama con sus hijos”, relató Párraga, quien acogió ayer a su vecina, que solo pudo rescatar unas cuantas ropas porque sus enseres se los llevó el río.

Lo más lamentable fue que el puente que une a la ciudadela Divino Niño con la ciudadela El Palmar cedió ante la fuerza del agua. Manuel Saltos, vecino de ese sector, aseguró que se escuchó como una explosión cuando se cayó el puente, pero más preocupación existía por salvaguardar sus cosas, pues temía que el río se las llevara.

En el sector Ceibo Renacer, donde han sido reubicadas familias afectadas por el terremoto, una gran laguna se formó en las casas que donaron varias empresas privadas. Uno de los vecinos de esa zona que no quiso identificarse señaló que ahora el gran temor será la presencia de mosquitos.

En tanto que Yolanda Anchundia, una de las beneficiadas con las casas construidas con recursos que el exvicepresidente Lenin Moreno consiguió cuando colaboraba con la ONU, perdió toda el agua que tenía almacenada en la cisterna que está en el exterior de su vivienda, debido a que la fuerte correntada arrastró material pétreo desde el exterior de su vivienda y taponó el cubículo.

En Montecristi, en cambio, unas 50 casas se inundaron en todo el cantón. Solo en la parroquia Colorado diez viviendas se llenaron de lodo y sus integrantes tuvieron que pedir ayuda a bomberos y militares para evacuar sus bienes.

Wendy Proaño, moradora de la parroquia Colorado, indicó que en diez minutos su casa quedó llena de lodo la noche del miércoles. Mientras, su vecino Augusto López pidió al Municipio de Montecristi maquinaria para sacar el lodo y teme que el invierno acreciente las afectaciones.

En la parroquia Abdón Calderón, los puentes peatonales provisionales de caña que unían a esta parroquia con la comunidad Naranjal cedieron ante la crecida del río Chico.

Juan Farías, presidente de la junta parroquial de esta localidad perteneciente a Portoviejo, señaló que unas 200 familias quedaron incomunicadas, aunque prevé que hasta mañana esté solucionado el inconveniente, pues ubicarán otro puente provisional.

En la parroquia Río Chico, unas 60 viviendas (entre ellas las de los afectados por el terremoto) quedaron inundadas tras la crecida del río. Verónica Vargas, presidenta de la junta parroquial de esta localidad, indicó que algunas personas tuvieron que con su esfuerzo ubicar sus bienes a buen recaudo.

El fuerte oleaje del martes empujó bastante arena hacia el malecón de Crucita. Filerma Alcívar, quien junto con otras personas tuvieron que trabajar duro para sacar la arena, ponerla en sacos y limpiar el comedor Monserrate, está alerta por si se presenta en las próximas horas una eventualidad similar.

Esmeraldas
Diez viviendas resultaron afectadas por inundaciones en el sector Vista al Mar, en Atacames. También por las lluvias y el desbordamiento del río Cocoroco se reportan cinco casas afectadas en el sector de Santa Rosa.

Vías
Hasta el jueves, cuatro carreteras estaban cerradas en Pichincha, Imbabura y Loja por deslizamientos.

Fuente: El Universo