Balcones de Guayaquil se engalanan por fiesta católica de Cristo Rey

Si hay una fecha que no puede pasar desapercibida en la casa de la familia Marín Aguirre, en las calles Villavicencio y Vacas Galindo, es la solemnidad de Cristo Rey que se conmemora hoy en el mundo católico.

Desde la mañana del viernes Sara Aguirre acomodó un cuadro con la imagen de esta advocación en el balcón de su casa. La bandera de Ecuador sirve de fondo del cuadro decorado con luces navideñas y un pequeño florero.

“Esta es una tradición que yo heredé de mi madre, de mi abuela, nosotros tenemos más de 25 años poniendo la imagen y arreglándola”, refirió ayer Aguirre, al tiempo que indicó que ella reza el rosario con especial énfasis en esta fecha.

En las ventanas y balcones de viviendas de algunos sectores del Puerto Principal se exhiben las imágenes de Cristo Rey, pero católicos como Omar Silva creen que esa es una tradición que se va perdiendo con el paso de los años.

“Antes daba gusto ver que en todos los barrios la gente decoraba sus cuadritos bien bonito. Se esmeraba, pero ahora ya casi no se ve mucho eso”, manifestó el morador de la Séptima y Huancavilca, en el suroeste.

El padre Carlos Mena, rector de la Catedral, mencionó que hay tradiciones que se han ido debilitando, sobre todo en ambientes en los que se torna difícil vivir la fe.

De ahí que el religioso considera importante reforzar esos actos de fe para que se puedan transmitir entre las generaciones familiares.

Procesión
En esa línea la Arquidiócesis de Guayaquil organiza cada año una procesión en honor a Cristo Rey, que sale desde la Catedral y avanza por la calle Chimborazo hasta el cerro del Carmen, donde está el monumento al Corazón de Jesús.

Esa peregrinación se cumplirá hoy después de la misa solemne de las 17:00 que oficiará el arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera.

La celebración de Cristo Rey cierra el año litúrgico, en el que se medita sobre el misterio de su vida, predicación y el anuncio del reino de Dios.

De acuerdo con la historia la festividad fue instaurada por el papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925, con el fin de incentivar a los católicos a reconocer en público a Cristo como rey del universo, de la iglesia.

En varias zonas del suburbio guayaquileño las familias se reúnen a rezar y a reflexionar sobre la fe. Algunas comparten refrigerios y cenas el sábado en la noche como preámbulo de la solemnidad.

Fuente: El Universo