Australia se prepara para imponer una ley que prohibirá a los menores de 16 años el acceso a redes sociales.
El primer ministro Anthony Albanese afirmó que el objetivo es reducir el impacto negativo de estas plataformas en los jóvenes.
Las compañías tecnológicas serán responsables de verificar la edad de los usuarios, liberando a los padres de esta tarea.
La medida cuenta con apoyo político y se espera que se presente en el Parlamento a finales de noviembre, buscando poner fin a los riesgos para los menores en internet.