La atleta olímpica estadounidense Alysia Montaño compitió en una carrera de 800 metros con un embarazo de ocho meses y abrió el debate sobre la práctica de deportes de alto rendimiento en momentos en que el cuerpo sufre una transformación extrema.
La deportista cinco veces campeona de Estados Unidos sonrió ampliamente y disfrutó como si fuera la campeona, luego de una carrera muy particular. Corrió con una prominente barriga, lo que denotaba su avanzado estado de gestación.
“Una gestación no es una enfermedad”, afirmó la corredora, según informó el diario El País de España. A pesar de que también hubo apoyos, fueron más las críticas de quienes la acusan de poner en riesgo a su bebé. Ella lo niega enfáticamente.
“Hice mis deberes. Consulté con mis médicos, pedí consejos a muchos profesionales del ejercicio y hablé con muchas mujeres que han seguido haciendo ejercicio durante sus embarazos”, relata la propia Montaño en su blog.
El ginecólogo de la corredora dio el visto bueno a su plan de entrenamiento “mientras mantenga una buena tolerancia al ejercicio y el bebé se vaya desarrollando bien”, según declaró a varios medios estadounidenses.
Mientras ella espera la llegada de su bebé, se propuso una nueva meta, no demasiado alejada de las pistas: “Compartir parte de mi experiencia personal, con la esperanza de que logre mostrar los beneficios de hacer ejercicio durante el embarazo”.
Montaño no es una pionera. La británica Paula Radcliffe y la estadounidense Kara Goucher son fuertes rivales en los maratones, pero ambas quedaron embarazadas casi al mismo tiempo y entrenaban durante la gestación con la misma meta: los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
Fuente: Infobae