La domótica tiene más aceptación en el Ecuador. Esta alternativa, que sirve para la automatización, control y administración de las instalaciones del hogar, no solo se centra en la iluminación y seguridad, sino también en lograr nuevas experiencias en audio y video.
Con un sistema de audio distribuido se puede escuchar música diferente, al mismo tiempo, en los distintos espacios del hogar como la sala, el patio, las habitaciones, el estudio, el patio y la sala de entretenimiento.
No hay la necesidad de tener varios reproductores. Según María Alicia Salinas, gerenta comercial de la empresa cuencana Domoticontrol, esta posibilidad se logra a través de un ‘streamer’, que es un concentrador de música digital. Este posee la capacidad de reproducir más de una canción a la vez en distintas zonas.
Para Salinas, este sistema multizona se puede controlar por medio de teclados colocados en las paredes que accedan a Internet o utilizando tabletas o ‘smartphones’ donde esté descargada una ‘app’. Sirve para iOS y Android.
El streamer puede recibir la música de un dispositivo USB, descargas de Internet, ‘apps’ y lo almacenado en tabletas, computadoras y ‘smartphones’.
El equipo puede ser ubicado en cualquier lugar de la vivienda, pero hay unas recomendaciones importantes. La primera es que en ese sitio exista una señal estable y óptima de Internet y, la segunda, que se coloque en una misma habitación todos los equipos que se requieren para el control domótico.
El objetivo es facilitar el mantenimiento. Salinas dice que en el mercado hay diferentes opciones, pero el paquete básico con el streamer, aplicaciones, parlantes para tres zonas, programación, instalación… cuesta alrededor de USD 2 700 y opciones más avanzadas para seis zonas cerca de USD 4 700.
“El precio dependerá de la calidad de los parlantes, el equipo central y el número de zonas o espacios del hogar por cubrir”. Se puede llegar hasta 16 ambientes en la vivienda. Según la diseñadora cuencana, Yanira Villalba, este tipo de tecnología va de la mano con el diseño de interiores, que no solo se centra en la colocación de un adorno o la forma o color de las paredes, sino también en el aprovechamiento de estos nuevos sistemas para mejorar la funcionalidad de la vivienda.
Villalba recomienda que al incorporar esta tecnología se piense en alternativas para que los implementos de audio y vídeo no queden visibles porque, en la actualidad, los espacios limpios lucen mejor.
“El diseño genera ambientes que se complementen con esta tecnología”. En el caso del vídeo se requiere un teatro en casa que cuente con funciones inteligentes para acoplarse a la domótica, dice Salinas.
“Los modelos muy básicos no pueden hacerlo y hay marcas especializadas”. A más de programar el encendido de la televisión con el respectivo cine en casa o acceder a Internet para mirar opciones de plataformas como Netflix, se puede generar un ambiente o escenario más ameno para mirar una película. Con esta tecnología, señala Salinas, se puede programar paralelamente la intensidad de la luz, el cierre de las persianas, el encendido de la chimenea… para lograr un ambiente relajado, cálido y familiar.
Y si se trata de un partido de fútbol, agrega Salinas, se puede cambiar la ambientación totalmente. “Se prenden las luces LED con los colores del equipo, abrir las persianas… y si se quiere encender la música”.
La domótica, a más de representar un ahorro energético mejora el confort de las personas en el hogar y tener una mejor del estilo de vida, señala Salinas. Según ella, para acceder a estas aplicaciones se requiere una central domótica y la asesoría de un experto.
Hay parlantes para ubicarlos en el techo, las paredes y exteriores, como los jardines. Estos tienen forma de rocas. A través de la ‘app’ se controla el volumen y tipo de música.
Además, preselecciona las canciones antes de una fiesta. Un teatro en casa que se acople a la domótica puede costar más de USD 1 600. Aparte se necesita la central domótica.
El sistema de domótica puede realizarse por partes. El objetivo es que la inversión inicial no sea tan onerosa.
Fuente: ELCOMERCIO