El arte de la estafa no entiende de género, pero sí de genes. Así lo demuestra “Debbie Ocean”, la hermana del ladrón que interpretó George Clooney en la popular saga Ocean’s 11 y que se presenta como líder de una banda de mujeres en la película derivada Ocean’s 8.
Todo comienza cuando “Debbie”, encarnada por Sandra Bullock, sale de la cárcel tras cinco años planeando robar el collar de diamantes de $150 millones que lucirá una actriz en la exclusiva gala anual del Metropolitan Museum de Nueva York (MET).
Más allá del lujo, las celebridades que hacen cameos o el notable elenco femenino, que incluye a Cate Blanchett, Anne Hathaway o Sarah Paulson, Bullock destacó que lo más importante de la historia es cómo las “cómplices” se “impulsan las unas a las otras” para lograr su objetivo.
A diferencia de otros roles en los que han trabajado a lo largo de sus carreras, las actrices representan en esta ocasión a “mujeres cuidando unas de otras, reconociendo sus talentos y diciendo: ‘ve ahí y brilla’”, desgranó la actriz.
Esa era la idea del cineasta Gary Ross (The Hunger Games), quien contó con el beneplácito y la producción de Steven Soderbergh, el artífice de Ocean’s 11 (2001), Ocean’s 12 (2004) y Ocean’s 13 (2007), tras la cual descartó prolongar la saga.
“Aquí tenemos a un director que quería a mujeres, y quería a mujeres haciendo sus cosas”, aplaudió Blanchett, que asumió “un riesgo que merecía la pena tomar” al enterarse de quiénes eran las otras actrices y cuál era la franquicia cinematográfica que le ofrecía Ross.
Para Hathaway, la oportunidad de estar en un rodaje con tantas actrices fue un contraste con otros trabajos que le han hecho sentir como una isla.
Para elevar la voz femenina de la trama, Ross también contó con la guionista Olivia Milch, que se ocupó de modelar unos personajes distintos, complejos, y que puedan servir especialmente a las mujeres jóvenes, según explicó.
Por ese motivo es también diverso el reparto, que completan Mindy Kaling, de origen hindú; Rihanna, nacida en Barbados; y Awkwafina, de ascendencia china y surcoreana, aunque esta última apuntó que “el color no define a los personajes”, algo secundado por Ross, que dijo querer “representar lo que se ve en el mundo”.
Hathaway, la portadora del collar deseado por el grupo de estafadoras que, en un momento dado, dedica su labor a aquellas “niñas que sueñan con ser criminales”, enfatizó que si algo se desprende de la película es que todas pueden “hacer lo que quieran”.
Así, con sentido del humor, Blanchett dijo esperar que papeles fuertes como los que adoptan ellas “animen a las niñas al crimen”.
“Lo que queríamos decir en ese momento es, y no tiene nada de malo, que no tienes que crecer y ser una princesa”, especificó Ross.
Fuente: EFE