Documentar medio siglo de vida artística de una figura como Rubén Blades puede resultar una tarea laberíntica para cualquier realizador. El panameño Abner Benaim pasó por ese experimento al dirigir el filme sobre su famoso compatriota Yo no me llamo Rubén Blades, que se exhibió con éxito el mes pasado en Austin, Texas, y que cerrará la 7ª edición del Festival Internacional de Cine de Panamá.
Benaim está entusiasmado con el resultado y las primeras reacciones, mientras que Blades ha reconocido el trabajo del cineasta y ha manifestado en días recientes a los medios, entre bromas, que no se sentaría a ver una cinta de hora y media sobre su vida porque resultaría ‘incómodo’ para él.
“Me siento muy contento de haber logrado este documental”, dijo Benaim. “No es una pieza fácil y conlleva mucha responsabilidad porque se trata de una figura ya consagrada. Lo bueno es que por ahora ha gustado mucho, así que ya estoy más tranquilo”.
Benaim tuvo acceso a la casa de Blades y lo acompañó a varios de sus conciertos. También obtuvo puntos de vista o reflexiones de artistas como Gilberto Santa Rosa, René Pérez (Residente), Larry Harlow, Paul Simon y Sting sobre los 50 años de trayectoria del autor de clásicos como Pedro Navaja, Plástico, Buscando América y Pablo Pueblo, entre muchos.
“Tratamos de hacer un retrato del hombre que está detrás de la obra”, explicó el director, aunque agregó que tan solo “es una impresión, diría yo, pues una vida no cabe en 90 minutos y menos una vida tan intensa como la suya”. Blades revolucionó el género de la salsa en la década del 70 con sus letras cargadas de mensajes reivindicativos y de protesta social. “Yo escribo cuando me molesta algo”, pregona en el tráiler de la cinta.
Fuente: AP