Han pasado ya décadas desde que a mediados de los 60 el avión SR-71 Blackbird realizara su primer vuelo oficial. Retirado en 1998, hasta ahora ningún otro avión de reconocimiento tripulado ha logrado superarle en velocidad. Fotos desclasificadas muestran cómo se construyó esta maravilla de la ingeniería.
El SR-71 Blackbird fue el sucesor del A-12 y, aún así, eran aviones completamente diferentes. El fabricante, Lockheed, tuvo que empezar prácticamente de cero para construir el SR-71 durante años en secreto en California. El trabajo lo lideró la unidad de investigación de proyectos avanzandos de Lockheed, Skunk Works, con Kelly Johnson al frente, quien reconoció que “todo todo tuvo que inventarse”. Y lo hicieron en solo 20 meses.
Este “todo” significa realmente todo. Desde los motores Pratt & Whitney J-58, motores hoy en día aún punteros tecnológicamente, hasta la cobertura de titanio del avión, capaz de resistir temperaturas extremas de hasta 482º C. El tren de aterrizaje, por ejemplo, fue la pieza más grande de titanio jamás fabricada hasta ese momento. De hecho, como señala nuestro compañero Jesús Díaz en Sploid, se necesitó tanto titanio para la fabricación de los SR-71 que no había suficiente en EE.UU. Lo tuvieron que comprar a la Unión Soviética. Algo nada ideal precisamente en una época de alta tensión política y militar entre ambas potencias.
Según Brian Shul, uno de los pilotos del SR-71, los ingenieros de Lockheed “utilizaron una aleación de titanio para construir más del 90% del avión, creando herramientas de fabricación especiales para construir a mano cada una de las 40 unidades”. Estas fotos desclasificadas son una muestra del increíble proceso de ingeniería y diseño que se llevó a cabo para crear el que sigue siendo el avión tripulado de reconocimiento más rápido del mundo.
Arriba una imagen del avión en pleno proceso de ensamblaje en la planta de Lockheed en California, debajo una ilustración de los componentes clave:
En las fotos debajo se pueden ver, entre otras cosas, los paneles de titanio que cubrían el avión:
Se construyeron solo 50 fuselajes del SR-71. Los que no llegaron a terminarse en unidades completas se destruyeron para evitar que otro país pudiera fabricar un avión similar:
Un detalle de los motores:
Este es el escape del motor J-58, podía alcanzar temperaturas de hasta 1.760ºC:
El SR-71 Blackbird continuó volando años después de su retirada oficial en 1998, pero modificado y en diferentes proyectos. Uno de ellos se lo quedó la NASA. Lo puedes ver en la imagen debajo, utilizado para el experimento Linear Aerospike SR Experiment (LASRE), que buscaba crear vehículos reutilizables para lanzamientos espaciales.
Fuente: GIZMODO