El británico Lewis Hamilton ganó ayer el Gran Premio de Singapur y se convirtió en el nuevo líder del Mundial de la Fórmula 1, con tres puntos de ventaja sobre su compañero de Mercedes, el alemán Nico Rosberg, que abandonó al inicio por problemas en el volante.
El alemán Sebastian Vettel y el australiano Daniel Ricciardo, ambos de Red Bull, fueron segundo y tercero, respectivamente. El español Fernando Alonso, de Ferrari, quedó cuarto en un Gran Premio que se redujo a 60 vueltas para cumplir con la regla que impide superar las dos horas de duración.
“¡Gran trabajo, muchachos, les agradezco mucho!”, dijo Hamilton una vez cruzada la meta en una comunicación por radio con su equipo.
“Claro que soñé con esto anoche, pero esperaba que pasara de verdad”, añadió en la ceremonia de premiación.
El sueño de Hamilton fue pesadilla para su compañero de equipo en Mercedes, Rosberg, quien luego de salir mucho después que sus rivales, se retiró en la vuelta 14. “El volante no funciona como debería. Lo cambiamos, pero no sirvió de nada”, admitió el jefe deportivo de Mercedes, Toto Wolff.
Vettel, campeón mundial de los últimos cuatro años, logró en el circuito urbano de Marina Bay su mejor resultado de la temporada. “Es una carrera realmente dura, pero me gusta”, dijo el alemán refiriéndose al elevado calor y humedad.
Hamilton, que cruzó la meta dos horas antes de la medianoche en el único Gran Premio nocturno del calendario, celebró así su segundo éxito consecutivo y el séptimo del año.
“No fue perfecto”, dijo Hamilton, ya que Rosberg no pudo cruzar la meta y sumar más puntos para Mercedes.
Fuente: DPA