Vestido con la tradicional falda escocesa, el tenista Andy Murray se casó el sábado con su novia Kim Sears en Dunblane, su pueblo natal.
El número tres del ranking mundial, de 27 años y en pareja con Sears desde hace más de nueve, celebró la boda en una catedral del siglo XII de la pequeña localidad escocesa.
Tras la ceremonia, la fiesta con familiares y amigos continuó en el hotel boutique Cromlix House, perteneciente a la familia de Murray desde 2013.
El campeón de Wimbledon 2013 tuvo como padrinos a su hermano mayor Jamie, también tenista, al ex jugador Ross Hutchins y a Carlos Mier, otro hombre ligado al tenis.
Cientos de periodistas de todo el mundo y numerosos aficionados y curiosos se congregaron en la catedral de Dunblane, a la que Murray arribó con una sonrisa alrededor de las 16 horas locales. Poco después llegó Sears, vestida de blanco y bajo una lluvia pasajera.
La boda fue vivida con gran orgullo e interés en el pueblo de Dunblane, donde los habitantes decoraron y embanderaron las calles y lanzaron múltiples promociones y ofertas, incluyendo una línea de salchichas denominada “Andy”.
Sears, de 27 años e hija de un profesor de tenis, y Murray se conocieron en 2005 y forman pareja desde 2008, con una pequeña interrupción en 2009.
Poco antes de la boda, Murray publicó en su cuenta de Twitter una especie resumen de lo que sería su jornada a través de diferentes íconos: un anillo, corazones, una torta, bebidas y, por supuesto, los infaltables paraguas.
El campeón olímpico en Londres 2012 ya dejó entrever en entrevistas su deseo de ser padre en el futuro. Dos días antes de la boda, la entrenadora de Murray, la ex tenista francesa Amelie Mauresmo, informó que está embarazada y espero un hijo en agosto.
Debido a la boda, Murray ya anunció que no competirá en el torneo de Montecarlo, que comienza mañana, y viajará directamente a Barcelona para comenzar el trabajo con su nuevo entrenador provisional, el sueco Jonas Björkman, de cara al inicio de la temporada sobre canchas lentas.
Fuente: DPA