Hace 18 meses, a Richard Brower le robaron a su perro de su patio trasero.
Su perro, Dozer, apareció en el sitio web de un refugio de animales.
Ahora, Dozer es una celebridad en el parque de perros.
“Nunca perdí la esperanza”, dijo Brower. “Solo me di cuenta de que no podía vivir sin otro perro”.
Sus compañeros motociclistas y casi todos en el parque de perros lo estaban ayudando en la búsqueda. Cualquier persona a quien veían paseando a un pastor alemán, en algún momento, había sido abordada por él o sus amigos. Sus búsquedas fueron infructuosas.
“Fue devastador”, dijo Brower. “Absolutamente horrible”.
Su difícil decisión de buscar un perro nuevo, la cual tomó un año y medio después de buscar a Dozer incansablemente, resultó ser la mejor decisión que podría haber tomado, ya que lo llevó de vuelta a su mejor amigo de una forma milagrosa.
“Esto es lo más parecido a un milagro que he visto en mi vida”, dijo.
Brower escribió “Pastores alemanes a la venta” en un navegador de Internet, lo cual inicialmente lo llevó a la Sociedad de Rescate de Animales Claresholm. Él hizo clic en el enlace y le recorrieron escalofríos por su espalda.
“Mi corazón se detuvo”, dijo Brower, “en cuanto abrí la página”.
La imagen que veía en el sitio web del refugio de animales era la de su perro, Dozer, con su cabeza inclinada hacia un lado justo como lo recordaba.
Brower dijo que él nunca dudó que fuera su perro, pero le envió la foto a su mamá y a su hermana para pedirles su opinión. Su hermana estuvo de acuerdo en que era Dozer, pero su mamá no estaba tan segura. Brower dijo que ella estaba tratando de proteger a su hijo de una desilusión innecesaria, en caso de que no fuera él.
Brower llamó al refugio y habló con Sylvia Giroux en Claresholm, Alberta. Mientras hablaba por teléfono, el papá de Brower, quien regresaba a casa de un viaje de negocios, pasó por el refugio, sin que su hijo lo supiera.
Brower dijo que Dozer inmediatamente comenzó a mover su cola cuando su padre entró a la habitación. Mientras aún seguían hablando por teléfono, Brower le dijo a su papá que chasqueara sus dedos una vez y que luego le dijera lo que el perro hacía.
Chasqueó sus dedos y Dozer, un perro súper bien entrenado que sabe abrir y cerrar puertas y encender luces, caminó alrededor del papá de Brower y se sentó a su derecha, a la espera de su próxima orden.
“No hubo lágrimas, pero estuvo cerca”, dijo Giroux. “Simplemente fue algo maravilloso”.
Giroux podría haber mantenido la compostura, pero Brower dijo que para todos los demás, había sido otra historia.
“Mi papá lloraba a gritos, y yo lloraba a gritos en el teléfono”, dijo.
Y cuando Dozer llegó a casa, hubo más llanto… de parte de Dozer.
“Casi me tira al suelo”, dijo Brower. “Entró corriendo, puso su cabeza en mi brazo y empezó a gemir como lo hacen los pastores alemanes”.
Aparte de que estuvo en el refugio durante un mes luego de que un residente que vivía cerca lo encontrara, Brower no sabe mucho acerca del paradero de Dozer durante los 18 meses que estuvo perdido. Simplemente está emocionado porque su cachorro, a quien llama su “dulce bebé” esté de nuevo en casa, y porque todo haya vuelto a la normalidad.
A la normalidad, menos en el parque de perros, donde las familias solían evitar al perro de 56 kilos.
“Ahora que es una celebridad, todos lo quieren abrazar”, dijo Brower.
Fuente: CNNESPANOL