El pasado lunes se presentó la campaña “Amiga ya no estás sola”, que es parte del Programa Especial de Prevención y Acción para Combatir la Violencia contra las Mujeres, del Municipio de Guayaquil.
De manera enérgica, la asambleísta por el Partido Social Cristiano (PSC) Dallyana Passailaigue, indica que “las mujeres necesitamos que nuestros líderes reaccionen ante la matanza que estamos viviendo”. Esto ante las cifras alarmantes de femicidio. Según el colectivo Geografía Crítica, 103 mujeres fallecieron durante 214 días en 2017.
Frente a esta problemática y recogiendo las necesidades de la ciudadanía, el Municipio de Guayaquil, lanzó el Programa Especial de Prevención y Acción para Combatir la Violencia contra las Mujeres, con la campaña “Amiga ya no estás sola”.
Solidaridad
Según Passailaigue, la campaña, que contará con spots publicitarios en medios tradicionales y digitales, nace de la soledad en la que están las mujeres, víctimas de violencia para recordarles que no están desamparadas.
La legisladora, quien es coordinadora de la campaña, cuenta que lo más relevante es que se contará con una ordenanza municipal, que a su criterio, es la única forma de lograr una institucional para que el programa perdure.
Mientras que para Pedro Pablo Duart, director de la Dirección de Acción Social y Educación (DASE) del Cabildo, la ordenanza “es para agrupar un poco a todos los actores y que quede bien establecido, pero simultáneamente ya venimos trabajando porque no podemos esperar más tiempo, tenemos que hacerlo de manera integral”.
El lanzamiento lo dio a conocer el alcalde Jaime Nebot, el pasado lunes. En el acto participaron Patricia Morejón, fiscal provincial del Guayas; la comandante de Policía Zona 5, Tanya Varela; Nidya Pesántez, representante de ONU-Mujeres, quien asesorará el programa para crear una ciudad segura, libre del acoso a mujeres.
Un sinfín de violencia
Anunziatta Valdez, del movimiento de Mujeres, califica de positivo el programa municipal y a la vez espera que esto se replique en otros cantones para erradicar la violencia contra la mujer.
Valdez considera que esto no solo afecta a la mujer, también a los hijos e inclusive al agresor, quien tiene tres opciones ante el hecho: huir, caer preso o suicidarse. “En las tres opciones también es una tragedia para él, es decir, la violencia, aunque la víctima es la mujer, sin embargo hay otros afectados como son los hijos y el agresor, que al final termina sufriendo las consecuencia de sus acciones”, resalta.
¿Qué contempla el programa?
– Contará con una línea telefónica a cargo de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG).
– Se dará información especializada a mujeres que presenten algún tipo de violencia y activar redes de apoyo público y privado.
– Habrá asesoría jurídica especializada y se motivará a las mujeres para que ejecuten sus denuncias.
– Se dispondrá de clínicas móviles para atención, protección y registro del caso.
– Se contará con la casa de acogida “Hogar de Nazareth” como una acción de amparo inmediata para las mujeres.
– Habrá procesos formativos, esto es, capacitación al personal de la policía metropolitana, ATM (Autoridad de Tránsito Municipal), Metrovía y líderes barriales.
– Becas de amparo para las víctimas de violencia.
– Levantamiento de datos para conocer cifras reales de casos de violencia y femicidio.
– Se iluminarán de color morado los sitios emblemáticos de Guayaquil como La Rotonda, La Bota, La Perla y la Torre Morisca durante el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) y Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 noviembre).
Según Pedro Pablo Duart, la idea con las becas de amparo es ampliar el servicio a niños y niñas que son hijos de las víctimas por femicidio, quien afirma que hay otros puntos que contempla el programa, que se conocerán de acuerdo al cronograma.
Patrones socioculturales
Dallyana Passailaigue considera que el problema de la violencia contra la mujer viene de patrones socioculturales, lo cual resulta que sea difícil crear conciencia. “Hemos vivido administraciones pasadas donde la mujer era objeto de insultos. La coyuntura es la que marca las acciones, esperamos que estas cifras vayan en descenso…”, sostiene.
Con esto concuerda Pedro Pablo Duart, quien agrega que en la violencia también entra el componente educativo. “Tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad para dar solución a este tema”, señala.
A esto se suma Passailaigue, quien cree que el educar dará cambios en la sociedad. “Esto es un problema dentro de casa, de familia… debemos trabajar en prevención porque el machismo es violencia…”, resalta.
La legisladora considera esencial que cada ciudad tenga su programa. “Es importante que el Ecuador se una con esta lucha para erradicar la violencia. La única forma de evitar esta matanza es que todas las provincias se unan”, puntualiza.
Fuente: El Universo