La plataforma de música en línea Spotify anunció este viernes que renuncia a la controvertida política puesta en marcha en mayo que tenía como objetivo sancionar a los artistas con comportamientos “dañinos o de odio”.
Soptify publicó una carta a principios de mayo en la que declaraba reservarse el derecho de suprimir de su plataforma los contenidos que considerasen ofensivos y que no promocionaría a artistas cuyo comportamiento estimasen “dañino o de odio”.
Luego de la publicación de esa misiva, el servicio de música bajo demanda anunció que ya no promocionaría las canciones de R. Kelly, acusado por varias mujeres de abuso sexual, aunque nunca ha sido condenado por estos hechos.
Otros artistas menos conocidos corrieron la misma suerte: permanecían disponibles en Spotify pero ya no estaban en las listas de reproducción oficiales ni tampoco estaban integrados en los algoritmos que hacen propuestas a los 174 millones usuarios de la plataforma.
Muchos criticaron la forma de elegir de Spotify, ya que varios artistas condenados penalmente no fueron sancionados.
Incluso el presidente ejecutivo de Spotify, Daniel Ek, admitió el miércoles que la plataforma se equivocó al aplicar la nueva política y dijo que podían haberlo hecho mucho mejor.
La plataforma reconoce en su carta que el lenguaje empleado entonces “fue impreciso y quedaba abierto a la interpretación”.
“Nos preocupa que las acusaciones puedan afectar las posibilidades de un artista de ser seleccionado en una lista de reproducción de Spotify o que influyan negativamente en su futuro”, explicó la plataforma.
“Algunos artistas están preocupados de que los errores cometidos durante su juventud puedan ser utilizados ahora en su contra”, argumentó la compañía.
“Spotify no es eso”, continuó la empresa, que cotiza en bolsa desde principios de abril. “No queremos jugar a ser jueces o jurados”.
Preguntados por la AFP sobre el levantamiento de las sanciones a varios artistas, entre ellos R. Kelly, Spotify no dio su versión de inmediato.
La política de sanciones de la plataforma se centrará ahora solo en contenidos musicales con “discursos de odio”, y se reservará la posibilidad de retirarlos.
Spotify excluyó en agosto de 2017 a una veintena de grupos calificados de “odiosos”, vinculados a movimientos de supremacistas blancos y neonazis.
Fuente: AFP