Rubén Blades del tango a la presidencia

Por casi de 40 años el cantautor panameño Rubén Blades acostumbró el oído del público a escuchar sus composiciones en clave de salsa.

Ligia Elena, Pedro Navaja, Juana Mayo, Vida y Pablo Pueblo, entre muchas otras letras, lo convirtieron en una figura estelar del género por su manera única de interpretarlo y su extraordinario contenido.

Ahora, con su nueva propuesta Tangos, provoca un ejercicio impensado: apreciar un clásico como Pedro Navaja a ritmo de milonga.

Con la dirección del argentino Carlos Franzetti, con quien colaboró en el arreglo de Siembra, presenta once nuevas versiones de sus canciones al estilo del tango y la milonga.

Este experimento, que comenzó a gestarse hace cerca de 10 años y se completó en el 2013 entre Nueva York y Praga, es parte de una serie de discos que actualmente graba el artista para un inventario que está creando antes de regresar a la política de su natal Panamá.

Así también quiso demostrar que la fuerza de sus letras no se sostiene de las trompetas y trombones, sino que son capaces de emocionar al ritmo que le toquen.

¿Por qué versionar estas canciones de tanta memoria salsera al género del tango?

Hay varias razones: Siempre he sentido que hay temas que he grabado en formato de salsa que las letras hubieran resultado más apreciadas en otro tipo de formato, en este caso en tango; por la razón que la salsa es un género de acción, se mueve muy rápido por lo general y por eso, cuando las canciones son rápidas, la letra a veces no se aprecia. El tango, por otro lado, crea más oportunidad de reflexión, por eso de pronto una canción como Pablo Pueblo, o una canción como Juana Mayo, las letras adquieren otra forma de expresión y era lo que estaba buscando, era ver cómo el género iba a afectar el impacto de la letra. Por otra parte, quería también demostrar que las letras que he escrito pueden sobrevivir al paso de cualquier otro género, o sea, Pedro Navaja de pronto es una milonga, pero la canción no pierde sentido.

¿Cómo está reaccionando el público salsero que le sigue a esta nueva sonoridad?

Yo nunca he escrito para un público, yo escribo para el público. Hay gente que cuando saqué el álbum Tiempos consideran que es un álbum horroroso, por qué, porque son salseros y quieren oír campanas y quieren oír trombones y si no lo haces con trombones y campanas no sirve para nada. Yo realmente no me preocupo por eso, al que le gusta, que lo oiga, y al que no le gusta, que no lo oiga.

En el proceso de grabación, ¿le fue fácil desprenderse de esa base salsera que define a estas canciones para interpretarlas en clave de tango?

Lo más difícil para mí fue acostumbrarme al fraseo del tango, que es distinto, las notas se sostienen de otra manera. La cosa es que estoy viendo ahora mucha gente comentando sobre lo bien que yo canto, pareciera que de pronto me están escuchando cantar por primera vez, porque en el formato de salsa la gente está poniendo atención al conjunto entero, al movimiento, a las trompetas, a los arreglos… Otra de las cosas que me costó mucho era la emoción que me provocaban las canciones, era muy grande. En Pablo Pueblo, por ejemplo, la interpretación del maestro Leopoldo Federico fue abrumadora y cuando estaba cantando tenía que hacer mucho esfuerzo para que la emoción no me dominara, algo que me sorprendió mucho, porque tengo muchos años de estar cantando este tema y muchos años de haberlo escrito, y yo pensé que conocía el tema de arriba a abajo y en realidad la interpretación de la orquesta, el arreglo de Carlos Franzetti, los instrumentos, despertaron en una parte de mí una reacción que no esperaba y que me agradó mucho, porque como artista me indica que todavía tengo ese efecto de la sorpresa vivo, así que hubo una diferencia tremenda.

¿Está queriendo dejar estos proyectos listos para, una vez regrese a la política, se mantenga vigente en la música?

Yo creo lo que yo tenía que hacer en el argumento de la salsa, ya lo he cumplido y estoy ahora mismo haciendo un disco de salsa con Roberto Delgado, en realidad estoy haciendo varios discos de salsa con Roberto Delgado y ya estamos en el proceso de grabar, y lo hice con una banda más grande. Tengo tres trompetas, tres trombones y un barítono, y hay mucho material original. Yo no voy a estar haciendo más giras. Después de septiembre de 2016, no voy a estar viajando más a hacer conciertos de salsa a ninguna parte, salvo Panamá. En Panamá haremos una temporada, pero después del 2016 no voy a ningún lugar en giras de salsa. Quiero irme preparando para el proceso político en Panamá en el 2019.

¿Aspirará a algún cargo específico?

Ahora mismo lo que estoy pensando es presentarme como un candidato independiente, pero eso va a depender de dos cosas: De que tenga salud y de que tenga el argumento político listo, por eso quiero ahora mismo hacer las giras que estoy haciendo, para pagar las deudas que tengo, poder tener lo suficiente para poder dedicarme los cinco años, en caso de que el público acepte la propuesta, para estar allí y poder cumplir con mis obligaciones, porque yo vivo de lo que hago.

¿Cómo surge su atracción por el tango?

Nosotros en Panamá siempre escuchábamos en la radio todo tipo de música y el tango era una de ellas. El exponente de tango más famoso en Panamá era Carlos Gardel y siempre hemos sido muy familiares con el tango. Y para mí no es una cuestión exótica ni rara, simplemente es parte de mi herencia y de mi educación musical, y como quiera es un género que tiene mucho arraigo en el sur y se ha internacionalizado como la salsa y la samba.

¿Lo baila usted?

No, yo no bailo. Yo bailo solo en mi casa cuando nadie me ve. Yo tengo el movimiento básico, pero por alguna razón que no sé, miedo al ridículo será, nunca me he atrevido. Mi papá sí baila muy bien y mi mamá, que en paz descanse, bailaba muy bien, pero a mí me da pachó, como dicen ustedes.

¿Habrá un próximo concierto en Puerto Rico?

Habrá en algún momento, por lo pronto no. Solamente cuando esté en el momento ese de la despedida, sí. Quizás pasaré en algún momento, si hay algo de beneficencia, que vaya a hacer una o dos canciones de apoyo para una buena causa, pero ir a hacer un concierto dos horas y pico, eso lo voy a hacer ya cuando me esté retirando y no sé si lo haremos en el 2015 o en el 2016, pero lo más probable es que una vez que vaya, no regrese.

En varias notas periodísticas, lo nombran el salsero intelectual, ¿le agrada ese título?

Yo creo que todos los salseros somos inteligentes. Lo que creo es que quizás por no saber definir lo que yo hago, que es música urbana, me dan una asignación distinta porque el material es mucho más distinto a los temas que se presentan generalmente en la salsa y presentados de una forma más literaria, pero a mí me parece que no es necesario decir que yo sea intelectual o no. Simplemente es atender cada cosa por lo que representa y no generalizar.

Recientemente se realizó aquí un concierto tributo a Cheo Feliciano (1935-2014) y su nombre surgía como una figura que hubiera sido bien recibida allí.

¿Ha considerado hacer algún trabajo en honor a Cheo?

Creo que el mejor tributo que se le pueda hacer a Cheo es el día que se haga un concierto donde nadie cobre un centavo y todo el material que se recoja se le de a su familia, y yo con mucho gusto voy. Por otro lado, yo todavía no puedo aceptar que Cheo no esté con nosotros físicamente, no puedo imaginármelo. No lo he aceptado todavía.

En el cine, Blades reaparecerá en el 2015 con la película Hands of Stone, basada en la vida del exboxeador Roberto “Mano de Piedra” Durán. En la producción interpreta a “Carlos Eleta”, manejador del púgil. “Dentro de lo posible hice todo lo necesario para darle un balance al personaje”, comentó del trabajo que realizó junto con un elenco encabezado por Robert De Niro, Édgar Ramírez, Ellen Barkin y Usher.

Comentó que actualmente se encuentra en etapa de “negociaciones” para integrarse a otro filme, esta vez basado en la obra del poeta y dramaturgo español Federico García Lorca (1898-1936).

“Me habían llamado para hacer distintas series de televisión y he dicho que no, porque requerían que me mudara para Los Ángeles y porque también las series te inmovilizan por más de cinco años”, detalló.

Ha mencionado varias veces la salud, ¿se encuentra bien?

Sí, estoy bien, pero con lo que pasó con Cheo, y lo que pasó con Paco de Lucía (1947-2014), son cosas que me sorprendieron muchísimo, me pegaron muy duro. No esperaba eso, pensaba que teníamos todos más tiempo, pero me doy cuenta que el tiempo en realidad no espera a nadie y yo soy muy cuidadoso con eso.

En las redes sociales se ha expresado sobre los triunfos de Costa Rica en la Copa Mundial de Fútbol. En esta etapa de cuartos de final, ¿cuál es su equipo?

Me gustaría mucho que Costa Rica tuviera la oportunidad de ganar, porque Costa Rica nos representa a todos los países pequeños, a todos los países que no hemos tenido acceso a esa oportunidad de llegar hasta ese honor tan grande de ser considerado el mejor equipo de fútbol del mundo. Así que en ese sentido, siempre me identifico con el más chico, y en este caso, los costarricenses han hecho un buen papel. Me hubiera gustado que Panamá hubiese estado allí, será la próxima. Pero creo que Costa Rica no solo representa a Centroamérica y a Panamá, sino que representa a todos los países pequeños que hay en el mundo que de pronto encuentran en su espíritu la fuerza con la cual enfrentar situaciones más grandes y más difíciles que las que han enfrentado antes y hacerlo con éxito.

Fuente: El Nuevo Día