Raphael se declara un artista “indie”

Cuando otros piensan en el retiro, Raphael afronta en su nueva gira la enésima vuelta de tuerca de una carrera incombustible que, tras décadas en los altares de la canción melódica, le llevará a debutar en el festival Sonorama ante un público aparentemente ajeno, el “indie”.

“Indie no significa otra cosa que independiente. Lo que me pregunto es cómo no he ido antes, porque si hay un artista que siempre ha hecho lo que ha considerado que tenía que hacer y que ha sido patrono de mí mismo, soy yo”, razona en una entrevista con Efe el célebre artista español.

A sus 71 años, Raphael iniciará en Cambrils (Tarragona, noreste de España) el próximo domingo la que ha definido como su gira “más contundente”, titulada “De amor & desamor”, mientras sigue a la búsqueda de un techo que “está muy alto” y que aún no ve.

“Mientras se tenga la ilusión que yo tengo y las ganas de hacer cosas nuevas, o de mejorar las que ya he hecho, nunca se toca techo”, afirma el artista, que asegura que solo se enfocará en aquello que aporte. “No voy a repetirme”, apuesta.

En esa línea lanzará un disco titulado igual que la gira en el que recuperará su “repertorio de amor y desamor”, con muchas de sus canciones históricas revisadas junto a Jacobo Calderón, hijo de Juan Carlos Calderón, con el asesoramiento de su propio vástago, Manuel Martos, y con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de RTVE.

“Las he puesto en más valor todavía, aunque parezca mentira”, promete Raphael, que cita una versión “espectacular” de su tema “En carne viva”, además de “Provocación”, “Qué sabe nadie”, “Amor mío”, “No puedo arrancarte de mí” o canciones de José Luis Perales como “Me estoy quedando solo”.

La gira de “De amor & desamor” durará desde este mes de agosto hasta diciembre, cuando cierre en Madrid y, anuncia, en enero grabará otra vez canciones nuevas con la ayuda de compositores jóvenes como Vega, con la que recientemente cantó el tema “Wolverines”, incluido en el último álbum de la cordobesa.

Todo esto supondrá su estreno en la discográfica Universal Music. “Hacía falta que se mojaran mucho y por eso lo hemos hecho”, explica el único músico español con un disco de uranio por unas ventas superiores a los 50 millones de copias, que cree que esta será la última compañía por la que pasará antes de convertirse en un icono.

Porque, en su opinión, él aún no ha alcanzado esa categoría. “No me considero un icono, una persona tan vigente como yo, tan en el ajo de todo, no es un icono”, se resiste.

El secreto de la longevidad artística de colegas de su generación como Tom Jones, Paul Anka o Joan Manuel Serrat, “grandes amigos”, es, según apunta, tener “canciones que son grandes temazos, por las que no pasa el tiempo y de las que la gente siempre se acuerda, aunque hagamos cosas nuevas”.

Hace cinco o seis años, recuerda, Enrique Bumbury compuso para él “Ahora”, un tema que hoy “parece una canción de esas”, porque “son los temas los que perpetúan a los músicos o al menos contribuyen”.

Raphael, que asistió al concierto que el nonagenario Charles Aznavour ofreció semanas atrás en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, se apuntaría ya a llegar a la edad del cantante francés con la fuerza necesaria de la voz.

“Aznavour no tiene fin porque su música no tiene fin y yo no me iré nunca, pero sabré entender el día que ya no deba estar. Ahora estoy fantástico y con este brío y ganas, pero a lo mejor llegará un día que no lo tenga y entonces cogeré unas vacaciones larguísimas”, añade.

Como una bomba cayó el anuncio de que el próximo 14 de agosto actuará dentro del Festival Sonorama, en Aranda de Duero (Burgos, centro), en un entorno para los círculos culturales y roqueros alternativos junto a artistas como Los Planetas, Nacho Vegas, El Columpio Asesino, Fuel Fandango, León Benavente y Niños Mutantes, cuya música dice conocer.

“Me siento muy reconocido por los artistas jóvenes”, afirma Raphael, que bromea con que más joven que él, “no lo hay”. “Estás hablando con un chico de 11 años”, añade entre risas.

Él, que dice que “todos los escenarios son iguales”, se enfrentará a esta cita “con el mayor de los respetos, con la mayor entrega por mi parte y también por parte del público para que sea nuestra gran noche, como si estuviera en el Madison Square Garden. Siempre he sido así, me la he jugado por entero esté donde esté”, augura.

Para ello, cargará el repertorio de las “joyas de la corona”, una detrás de otra, “éxitos que seguro que han oído hasta los más jóvenes”, dejando abierta la posibilidad de una colaboración. “Ah, sorpresa”, se limita a señalar ante una edición que del 13 al 16 de agosto también contará con Amaral, Duncan Dhu e Iván Ferreiro.

Fuente: EFE