Muerte de candidato presidencial sacude a Brasil

La contienda por la presidencia de Brasil se vio súbitamente sacudida después de que uno de los tres principales candidatos murió en plena campaña electoral cuando un pequeño avión en el que viajaba con sus ayudantes se estrelló en una zona residencial de esta ciudad portuaria.

El político socialista Eduardo Campos y las otras seis personas a bordo de la aeronave murieron en el accidente del miércoles, que se produjo a menos de dos meses de las elecciones presidenciales del 4 de octubre.

La presidenta Dilma Rousseff, que encabeza las encuestas de opinión, declaró tres días de luto oficial por Campos y anunció que suspendía su campaña durante ese tiempo. El otro de los principales candidatos, Aecio Neves, también dijo que suspendía su campaña.

“Brasil está de luto y recuperándose de una muerte que se llevó la vida de un político joven y prometedor”, dijo Rousseff en un discurso solemne. Añadió que Campos tenía “un futuro muy prometedor por delante”.

Heredero de una poderosa familia política del nororiental estado de Pernambuco, Campos, de 49 años de edad, era un habitual de la escena política brasileña desde su juventud. Fue representante estatal y federal, así como gobernador de Pernambuco. Había estado aliado con Rousseff y el gobernante Partido de los Trabajadores, pero se separaron antes de la campaña presidencial. En los sondeos Campos aparecía en el tercer lugar, detrás de Rousseff y Neves.

Estaba casado con la que era su novia desde la secundaria y tuvieron cinco hijos, el menor de los cuales nació en enero con Síndrome de Down.

El candidato, cuatro miembros de su equipo de campaña y dos pilotos viajaban desde Río de Janeiro a la ciudad de Guarujá cuando el Cessna 560XL cayó en la cercana Santos hacia las 10 de la mañana.

Funcionarios aeronáuticos dijeron que el avión estaba tratando de aterrizar en medio del mal tiempo, aunque la cadena de televisión Globo transmitió entrevistas con testigos que dijeron que la aeronave estaba en llamas antes de estrellarse contra un edificio de apartamentos. Se abrió una investigación para determinar la causa exacta, dijo la agencia aeronáutica de Brasil.

Los canales de televisión transmitieron continuamente imágenes del lugar del accidente, mostrando un hoyo humeante lleno de escombros y lo que parecían ser piezas de avión mientras los trabajadores de emergencia buscaban entre los restos.

Daniel Onías, un funcionario de la defensa civil en el lugar, dijo que los cuerpos de las víctimas estaban “desintegrados”. Cinco personas en tierra en el momento del accidente resultaron con heridas leves, añadió.

El accidente sacudió a la clase política brasileña y puso a los expertos a especular sobre cómo afectará la elección.

La compañera de fórmula de Campos, la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, es ampliamente considerada como uno de los políticos más populares de Brasil y una potencial amenaza política para Rousseff. La ley brasileña da a los partidos 10 días para elegir un sustituto en el caso de la muerte de un candidato, y es probable que el Partido Socialista Brasileño elija a Silva para reemplazar a Campos.

Silva no dio ninguna pista sobre su futuro político. En una breve declaración a la prensa en Santos, una conmocionada Silva habló exclusivamente sobre Campos y su relación con él. La ambientalista, quien obtuvo el 20% de los votos en los comicios presidenciales de 2010, se convirtió en la fórmula vicepresidencial de Campos en octubre, después de que no consiguió montar su propio partido a tiempo para postularse a la presidencia.

“Durante estos 10 meses de colaboración, aprendí a respetarlo, admirarlo y sentir confianza en sus actitudes y sus ideales en la vida”, dijo con voz suave y vacilante. “Esta es, sin lugar a dudas, una tragedia que nos sumerge en una profunda tristeza que yo sé que cada brasileño está compartiendo con todos y cada uno de nosotros”.

Dejó el micrófono sin aceptar preguntas.

David Fleischer, un politólogo de la Universidad de Brasilia, dijo que la muerte de Campos fue “una mala noticia para Brasil y una muy mala noticia para Dilma”.

En caso de que Silva se convierta en la candidata de los socialistas, ella probablemente le quitaría votos a Rousseff y forzaría la necesidad de una segunda vuelta entre la presidenta y Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, dijo Fleischer. El apoyo de Silva a Neves en una segunda vuelta podría amenazar las posibilidades de reelección de la mandataria, añadió.

Rousseff, la sucesora elegida por el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, ha visto caer su popularidad en los últimos meses en medio de la insatisfacción popular por la desaceleración del crecimiento económico, los altos impuestos y los deficientes servicios públicos, aunque sigue siendo la candidata más fuerte.

Un sondeo de la encuestadora Ibope publicado el fin de semana mostraba que el 38% de los consultados apoyó a Rousseff, el 23% a Neves y el 9% al fallecido Campos.

Fuente: AP