Primero fue WandaVision. Luego Falcon y el Soldado del Invierno. Ahora Marvel busca su tercer éxito en las pantallas de Disney Plus a través de Loki, cuyo primer capítulo instala al malvado Dios de las Mentiras, interpretado nuevamente por el británico Tom Hiddelston, como prisionero de la institución pública más poderosa del universo: la Autoridad de Variación Temporal, encargada de mantener una única línea de tiempo para los seres vivos.
Los hechos comienzan inmediatamente después de la batalla de Nueva York (Los Vengadores, 2012), tras la cual Loki es capturado para ser juzgado por sus delitos. Pero algo totalmente inesperado ocurre y el hermano de Thor logra escapar, lo cual podría generar una línea de tiempo alternativa que alteraría los sucesos narrados en las películas posteriores.
Por ello, la Autoridad de Variación Temporal debe intervenir para apresarlo. Sin embargo, Loki es el menor de los problemas de esa entidad que, en paralelo, sigue la pista de un villano mucho más poderoso y maligno que se encuentra cometiendo crímenes en diferentes épocas de la historia.
Ese es el trabajo del agente Mobius, caracterizado por el carismático Owen Wilson, quien al puro estilo de El silencio de los inocentes se le ocurre solicitar ayuda al prisionero Loki para detener esa verdadera amenaza que podría representar una catástrofe para la galaxia.
Lo realmente curioso es que, aparentemente, ese asesino despiadado es el propio Loki, proveniente de otra línea de tiempo o de un universo paralelo, con lo cual se inicia una persecución que enfrentará al villano de Marvel contra la peor versión de sí mismo.
Para observar esta batalla de Loki versus Loki deberemos esperar cada miércoles por un nuevo capítulo de la serie.
Fuente: El Universo