La final femenina de Wimbledon será inédita

La checa Petra Kvitova se colocó a un partido de conseguir su segundo título de Wimbledon, al vencer ayer a su compatriota Lucie Safarova 7-6 (8-6) y 6-1, y en la final se verá con la canadiense Eugenie Bouchard, que derrotó a la rumana Simona Halep 7-6 (7-5) y 6-2.

Aunque muchos no tenían esperanza de que Safarova ganara a su amiga, tras caer en cinco encuentros disputados, no ha perdido ningún set en el camino a su primera semifinal de un Grand Slam.

Después de que Kvitova le rompiera el servicio en el primer juego, Safarova se acomodó al desconocido escenario.

La cabeza de serie número 23 rompió el saque, empató en el cuarto juego e igualó cada paso que daba Kvitova hasta que la campeona del 2011 consiguió dar el golpe definitivo con un derechazo cruzado y con el que cerró un brillante tie break.

Safarova continuó atacando en cada ocasión que tuvo, pero sin la consistencia requerida para incomodar a su oponente. Kvitova subió una marcha y se colocó por delante con un 3-0 en el segundo set.

Safarova aguantó el ritmo en el cuarto juego, pero para entonces Kvitova ya había tomado las riendas del partido y siguió con la lluvia incesante de potentes tiros y devoluciones con la que aseguró la victoria.

Mientras, Bouchard venció a Halep en un partido que fue interrumpido tres veces: una fue cuando Halep necesitó atención médica por dolores en un tobillo. Más tarde, un espectador tuvo que ser atendido durante el tie break por una insolación y fue retirado.

Por último, en el set final, Bouchard paró el partido para quejarse del ruido del público ya que no podía concentrarse.

Fuente: REUTERS