Irán y Nigeria podrían definir su clasificación por sorteo

La suerte podría decidir el futuro de de Irán y Nigeria en Brasil.

Si el conjunto asiático vence a Bosnia por 1 a 0 el miércoles, y el africano cae frente a Argentina por 1 a 0, Irán y Nigeria quedarían empatados en puntos, en diferencia de gol, en goles a favor y en resultado entre ellos –empataron 0 a 0–, por lo cual el segundo lugar del Grupo F se decidirá por sorteo.

Si esto llegara a suceder, sería la primera vez en la historia de los Mundiales que un equipo queda eliminado por el azar.

En el Mundial de Italia, en 1990, Irlanda y Holanda fueron a sorteo, pero no para decidir quién avanzaba y quién regresaba a su casa, sino para dirimir el segundo y tercer lugar del Grupo F, detrás de Inglaterra. Por entonces había seis grupos, en lugar de ocho, y clasificaban los cuatro mejores terceros, para completar los 16 equipos de Octavos de Final.

Irlanda ganó el sorteo y fue a enfrentarse con la selección de Rumania, a la que venció por penales, para luego caer ante Italia en Cuartos.

A Holanda le tocó medirse con Alemania en Octavos, donde cayó por 2 a 1.

Hay otro antecedente, que data de 1954, y en este caso un equipo sí quedó afuera de un Mundial… pero el hecho sucedió antes de que el campeonato comenzara.

España, que venía de terminar en cuarto lugar en Brasil en 1950, jugó las Eliminatorias europeas para Suiza ’54 ante Turquía. Había grupos de tres y de cuatro equipos aquel año en las Eliminatorias europeas, y algunos de dos, como el de España y Turquía.

En el partido de ida, en Madrid, el local ganó 4-1. Un mes más tarde, en Estambul, Turquía se impuso 1-0.

Según las reglas actuales, España tendría que haber ido a Suiza por diferencia de gol, pero ese método no existía por entonces.

Los equipos viajaron a Roma, para jugar un tercer partido, tres días después del segundo.

España llegó como amplia favorita al que seis años más tarde sería Estadio Olímpico, y empezó ganando, pero le anularon un par de goles y terminó empatando 2-2.

El reglamento indicaba sorteo, salvo que ambas escuadras estuvieran de acuerdo en pactar un nuevo partido.

Turquía no estuvo de acuerdo, pese a la insistencia española, y se amparó en la ley para forzar la rifa.

La ceremonia se llevó a cabo allí mismo. Las autoridades pusieron dos papeles en una copa, con los nombres de los dos países, y buscaron un niño para que encarnara a la diosa Fortuna. El elegido fue un italiano de 14 años, Luigi Franco Gemma, hijo de un trabajador del estadio.

Con los ojos vendados, Gemma sacó de la copa el papel de Turquía, y España se quedó sin Mundial.

Los turcos llevaron a Gemma a Suiza, como mascota y amuleto del equipo, y en el primer partido cayeron 4-1 ante Alemania, pero luego golearon 7-0 a Corea del Sur.

Terminaron igualados en puntos en su grupo con Alemania, y, aunque la diferencia de goles favorecía a Turquía, las reglas de aquel tiempo mandaban un juego de desempate, en el que se impuso Alemania por 7 a 2.

Los germanos llegarían a la Final, donde vencerían 3-2 a Hungría, que los había batido por 8 a 3 en la fase de grupos.