Empezó obra de $14 millones en el colegio Vicente Rocafuerte

Con el traslado de varillas de hierro y paneles prefabricados para levantar 18 aulas móviles, la mañana de ayer empezó la rehabilitación integral del colegio Vicente Rocafuerte, luego de que el pasado martes el presidente Rafael Correa lo declare en emergencia, por las malas condiciones estructurales.

La reparación se hará por fases, esta primera comprende la instalación de aulas provisionales en las canchas sintéticas que están por la calle Aguirre. Aquello, según Valentina Rivadeneira, subsecretaria de Educación, servirá para reubicar a los estudiantes mientras se ejecuta la obra integral, cuya duración aún no se anuncia.

Mientras, la colocación de las aulas provisionales se hará en un plazo de un mes.

Para la rehabilitación del emblemático establecimiento, el Gobierno destinará 14 millones de dólares. Ese monto supera en medio millón a la inversión realizada en 594 aulas móviles que se construyeron en la ciudad en este año lectivo para atender el incremento de alumnos en el sistema público.

El aumento de estudiantado se registró principalmente en los Distritos 7, Los Vergeles, y 8, Monte Sinaí, en el norte y noroeste, con el 51% y 42%.

La primera etapa de los trabajos en el Vicente Rocafuerte también comprende la reparación de las baterías sanitarias y la construcción de otras más.

“Tenemos aquí un problema grave de filtraciones. Entonces lo estamos interviniendo, primero porque no podemos intervenir la parte estética de las aulas hasta no tener resueltos problemas estructurales”, refirió Rivadeneira.

La funcionaria recalcó que la ejecución de la obra no implica oficialmente que haya remoción de las autoridades de la institución educativa.

Madres de familia como Vilma Arias y Patricia Castro consideraron necesaria la reparación del colegio. Pero ellas pidieron también solución a otros problemas como las drogas.

“La policía debe estar rondando el colegio adelante y atrás, porque se dan muchos casos de droga”, citó Arias.

Los problemas estructurales del Vicente Rocafuerte, que entre el colegio (jornadas matutina y vespertina) y el Instituto Tecnológico (nocturna) tiene alrededor de seis mil estudiantes, son evidentes en muchos de sus espacios.

En el patio principal, por ejemplo, se observa que el tablado del coliseo está levantado. Ese escenario en el que alguna vez se jugó fútbol sala y básquet es ahora una bodega de sillas y pupitres en mal estado.

Igual deterioro se observa en la biblioteca y el museo, considerados bienes patrimoniales de la institución. En el primer sitio el fichero de libros está oxidado y en desuso. El museo, está cerrado hace siete años, por falta de mantenimiento.

Fuente: El Universo