Después del Mundial, a jugar el “Teqball”, el fútbol de mesa

Un nuevo deporte, el Teqball, una especie de fútbol sobre mesa ofrece ahora, después de cinco semanas de Mundial en Brasil, una posibilidad para descargar energías, tensiones y entusiasmo acumuladas en las últimas semanas.

Este nuevo deporte, inventado por dos fanáticos del fútbol en Hungría, es una combinación del fútbol y tenis de mesa, que se juega en una mesa levemente arqueada y una “red” de plástico que separa los dos campos.

Dos o cuatro jugadores pueden usar todas las técnicas del fútbol, o sea excluyendo las manos, para devolver el balón al campo opuesto en un máximo de tres toques.

El juego es rápido y exige una concentración constante de los jugadores, que tocan el balón cada dos o tres segundos, por lo que el Teqball requiere decisiones rápidas.

La forma arqueada de la mesa hace que el balón, gracias a estas inclinaciones, siempre rebote hacia los jugadores.

“Esta característica fue desarrollada mediante investigaciones físicas y matemáticas, así como pruebas empíricas”, cuenta a Efe en Budapest Gábor Borsányi, uno de los inventores de Teqball.

Los saques deben llegar a la mitad más cercana del campo del opositor, que al recibirla y durante los tres toques que tiene para devolver el balón, no puede tocarlo dos veces seguidas con la misma parte del cuerpo.

O sea, si el jugador recibe el balón con el pie derecho, el próximo toque solo puede ser con la zurda, la cabeza o alguno de sus hombros y cuando se juega en parejas, ambos jugadores deben tocar el balón al menos una vez.

“Eso sirve para desarrollar la técnica y después controlar el balón de forma más segura cuando uno juega al fútbol convencional”, explica Viktor Huszár, responsable de asuntos técnicos en Teqball.
De echo, de ahí viene el nombre de este nuevo deporte, ya que “teq” se refiere a “tecnología” y “técnica”.

Huszár es un especialista informático de 29 años de edad, fanático del fútbol y presidente del Club de Fútbol de la Universidad de Ingeniería de Budapest.

Borsányi, de 37 años, fue futbolista profesional hasta los 24 años de edad, cuando decidió retirarse por la dureza física de este deporte.

Teqball puede practicarse al aire libre o en salones techados, y diferentes academias de fútbol para menores ya han encargado mesas.

Las mesas para el aire libre se fabrican con materiales resistentes a todas las condiciones climáticas, mientras que las interiores son de madera, explica Huszár.

“Queremos llevar de nuevo a los niños a las plazas y al aire libre”, agrega .

El coste de una mesa oscila entre los 300 y 500 euros, y es fruto de un proyecto de tres años, que ya está patentado en toda Europa.

Los más aficionados pueden completar el Teqball con el llamado “Teqbox”, un sistema de cámaras, que convirtiendo las imágenes en datos, sirve para analizar el juego de los “teqbolistas” y desarrollar planes de entrenamiento personalizados.

“Ayuda pero no sustituye el fútbol”, aseguran los inventores, que destacan que su juego, llamado por ellos como “el fútbol repensado”, sirve también para la recuperación de futbolistas lesionados.

El proyecto cuenta con el apoyo de los antiguas estrellas holandeses del fútbol, los hermanos Ronald y Erwin Koeman, que en la página web de Teqball elogian la originalidad del juego.

Actualmente existe un campeonato individual y nacional de Teqball en Hungría, que termina en septiembre próximo, pero los impulsores de este nuevo deporte adelantan que en 2015 se organizará una competición internacional.

Fuente: EFE