La historia de Tan Hooi Ling, cofundadora de Grab, es la prueba de que los tropiezos no definen el futuro. A pesar de ser expulsada de la escuela por mal comportamiento, Tan perseveró, se reinventó y pasó de ser una joven con problemas académicos a liderar una de las empresas más exitosas de Asia.
Tras graduarse en Harvard y cofundar Grab, una empresa de transporte y servicios financieros, Tan acumuló una fortuna millonaria. Su increíble viaje demuestra que los fracasos son solo parte del camino hacia el éxito, inspirando a muchos emprendedores en todo el mundo.