Investigadores en China han desarrollado una batería revolucionaria que podría durar siglos, transformando el futuro de la energía en sectores como misiones espaciales y exploración marina, donde reemplazar baterías es complejo.
Este avance utiliza radiación alfa, una fuente de energía mucho más potente que las habituales, y convierte la radiación en electricidad mediante una capa especial que actúa como panel solar.
Aunque aún en fase experimental, esta batería podría optimizar el uso de residuos nucleares y abrir la puerta a aplicaciones energéticas sin precedentes, siempre y cuando se logre mantener su uso seguro y controlado.