Los devastadores incendios en Grecia, particularmente en la isla de Rodas, siguen fuera de control y arrasan miles de hectáreas. A pesar de los esfuerzos incansables de los bomberos, apoyados por brigadas internacionales provenientes de diversos países europeos, las altas temperaturas y los fuertes vientos han dificultado enormemente las labores de extinción. Se estima que al menos 20 mil personas, entre residentes y turistas, han tenido que ser evacuadas de la zona, mientras las autoridades intentan controlar las llamas antes de que causen más estragos.
Los incendios, que ya han consumido vastas áreas de bosques, han afectado gravemente la infraestructura local, incluyendo viviendas y negocios turísticos. Las autoridades han advertido que los efectos del cambio climático están exacerbando la frecuencia y la intensidad de estos eventos, convirtiendo los incendios forestales en un desafío cada vez mayor para países mediterráneos como Grecia.
Además del impacto económico en el sector turístico, uno de los pilares de la economía griega, se teme por las consecuencias a largo plazo en la biodiversidad y el ecosistema de las áreas afectadas. Mientras tanto, organizaciones humanitarias han hecho un llamado a la solidaridad internacional, pidiendo donaciones para las familias que han perdido sus hogares y el apoyo a los bomberos que siguen luchando día y noche contra las llamas.