Quizás Mississauga debería promoverse como destino de interés para los turistas ecuatorianos. Por tercera vez en lo que va de los Juegos Panamericanos, este suburbio de Toronto fue la sede de una gran victoria deportiva para el país.
El ecuatoriano Andrés Montaño se apoderó el miércoles de la medalla de oro en la categoría de los 59 kilogramos de la lucha grecorromana, en los Juegos Panamericanos.
La bandera de Ecuador subió a lo más alto de este recinto, donde Estefanía García y Lenín Preciado conquistaron triunfos inesperados en judo.
“No sé qué tiene este lugar, pero sí, pensé en ellos, y en que yo también podía ganar”, comentó Montaño.
El luchador de la provincia de Esmeraldas, quien conquistó el año pasado el oro en los Juegos Sudamericanos, mostró una enorme superioridad sobre el mexicano Alí Soto, quien se quedó con la plata.
“Estuve muy seguro del triunfo pero traté de no confiarme”, comentó. “Le dedico esta medalla a mis hijos, a mi mujer, a mi madre y al Ecuador entero”.
Montaño llevaba un voluminoso parche sobre la ceja derecha, resultado de un golpe que sufrió en la primera lucha de la jornada.
“Sí, caí sobre la cara, tuve un accidente pero todo tranquilo”, indicó. “Esto no es nada, si yo te contara todos los sacrificios que he tenido que hacer por este título, te darías cuenta de que esta cortada es leve.
Montaño no pudo competir en Guadalajara 2011, derrotado por el dominicano Jansel Ramírez en un torneo eliminatorio.
“Siempre me reproché haberle fallado entonces a mi país, pero ya no hay deuda”, indicó. Quedó saldada en la arena de Mississauga.
Como curiosidad del destino, el dominicano Ramírez, bronce en Río de Janeiro 2007 y Guadalajara 2011, no pudo mejorar ni mantener su puesto continental. Cayó en el repechaje por el tercer puesto ante el estadounidense Spenser Mango, quien se quedó con una de las preseas de bronce. El chileno Cristóbal Torres consiguió el otro bronce.
Fuente: AP