Unos 50 daños en barandas y camineras de isla Santay

Rosaura Aparicio caminaba cautelosa por el extremo izquierdo del sendero que une la isla Santay con el paso peatonal que llega hasta el malecón de la ciudadela Abel Gilbert, en el cantón Durán. Ella y una amiga, con quien se ejercita los domingos, se aproximaban a un hueco enmarcado con una cinta amarilla en la que se lee: Peligro.

“Esto es de uso masivo, entonces como que no está construido para soportar, tener esta afluencia (de usuarios) y, bueno, queda la incógnita,¿qué pasó con esta obra?”, reflexionó la mujer que el domingo 8 fue a su séptima caminata consecutiva.

Dicha ruta para ciclistas y peatones fue inaugurada por el presidente de la República, Rafael Correa, el pasado 16 de septiembre. A casi cinco meses de haber sido entregada por la compañía Bueno y Castro, adjudicataria de la obra, la estructura ya presenta daños.

A lo largo de los 4,5 kilómetros de caminera entre Durán y el humedal Santay hay 13 tramos en los que se observan huecos, faltan pedazos de tabla de madera plástica (material ecológico del que está hecho el trayecto). Siete de esos agujeros tienen alguna advertencia: cintas y conos; el resto, no.

Aparicio contó que hace tres semanas fue testigo de cómo una joven que iba en bicicleta se cayó en uno de los huecos.

La mañana del domingo pasado, entre los grupos de ciclistas que paseaban por la caminera el grito: “Cuidado el hueco”, era común en la ruta.

Esquivar los espacios deteriorados resulta más difícil para quienes llevan en sus bicicletas a niños pequeños.

Mientras, en otros doce tramos las tablas se han desprendido de la base de aluminio a la que están sujetadas. Por ello, cuando bicicletas o peatones cruzan por esos espacios, una punta de la tabla se asienta y otra se levanta.

“Me he dado cuenta de que hay muchos arreglos que tienen que hacer. También me sorprende, no sé si han dejado que se acumulen las fallas para recién arreglar o si hay un mantenimiento constante”, comentó el ciclista Daniel Yep.

El joven se detuvo a contemplar el paisaje a la altura del estero La Bocana, donde cuando la marea está baja concurren a alimentarse aves como patillos, marías, entre otras especies.

Allí, las barandas de la caminera también tienen problemas, pues al menos en 20 trayectos faltan tablones que han sido reemplazados por cintas.

Y en otros, las barandas, que son del mismo material que el piso, están despegadas.

El domingo pasado, un grupo de obreros trabajaba en el arreglo de los pasamanos. Venían de Durán hacia el humedal.

El sendero que va desde el paso peatonal de Guayaquil hacia el interior de la Santay, que se inauguró el pasado 3 de junio, también tiene daños.

En el trayecto de 2,6 km, del mismo material, hay once huecos y al menos cinco tramos tienen barandas dañadas y las tablas del piso desprendidas.

Este Diario consultó al Ministerio del Ambiente (MAE) sobre los daños y la reparación de los senderos y esta cartera direccionó, a las 17:14 de ayer, al Sercop (Servicio de Contratación de Obras). Indicó que este es la encargado de la contratación, construcción y recepción de las obras. Al marcar los números señalados por el MAE no se tuvo respuesta.

Detalles
De la obra

En Durán
La construcción del puente peatonal de Durán a la Santay (678 metros) más la caminera de 4,5 kilómetros demandó una inversión de 20 millones de dólares. La obra fue inaugurada cuando en el sendero aún faltaba instalar barandas.

En Guayaquil
El puente de Guayaquil al humedal tiene 840 metros y las camineras unos 2,6 kilómetros. Los trabajos costaron 15 millones de dólares.

“Esta es nuestra séptima caminata de los domingos (…) y es lo que conversábamos en algún momento de que tan pronto se ha deteriorado porque esto no tiene ni un año”.
Rosaura Aparicio, visitante.

Fuente: ELUNIVERSO