Lluvia alteró la jornada de habitantes del sur de Guayaquil

Unos no pudieron dormir desde las 03:00, porque a esa hora comenzaron a sacar el agua de la lluvia que ingresó a sus casas. Otros trataban de destapar las alcantarillas para que corra el agua que se estancaba en sus calles. También estaban los que al levantarse de sus camas sintieron el piso mojado y ahí recién se dieron cuenta de la intensidad de la lluvia de la madrugada de ayer, que anegó por horas varias cuadras, barrios y calles del sur de Guayaquil.

Las escenas que se repetían en las primeras horas de ayer, entre las 06:00 y las 10:00, eran las de carros que se quedaron botados porque el agua de la lluvia los mojó y alcanzó más de 30 cm de alto, según los afectados; las de ciudadanos que sacaban colchones y otros enseres para que se sequen con el sol; la de moradores que a pie avanzaban con temor por las calles inundadas, tratando de evitar caer en huecos, y la de habitantes que recogían diversidad de basura para que esta no caiga en las alcantarillas.

Calles de La Floresta y de las ciudadelas Huancavilca y 9 de Octubre estaban anegadas en las primeras horas de ayer, según evidenció este Diario en un recorrido por estos sectores. Una de las principales vías afectadas fue la Roberto Serrano, a la altura de La Floresta.

“Fue la peor lluvia de estos meses. Nos quedamos botados desde antes de las 06:00 porque los cables se mojaron y se apagó el carro. Tuve que esperar que bajara un poco el agua para sacar los cables. Ahora estoy tratando de secarlos”, dijo Edwin Meza, de 36 años, a quien se le apagó el carro en la avenida 10 B de La Floresta. A las 09:00, el auto aún no le encendía.

Quienes querían ir a comprar a las tiendas o a las iglesias tampoco podían avanzar con facilidad. “Qué feo esto, da miedo caerse en algún hueco”, dijo una moradora de la zona, que optó por regresarse a su casa.

En la esquina de la avenida 10 E estaban Marcos Segovia, de 80 años, y Olmedo Solórzano, de 62 años. Ambos no habían dormido desde las 03:00 de ayer porque estaban sacando la basura que llegaba a la alcantarilla de la cuadra. “El problema aquí es que la gente bota basura. Ya se les dice, se les habla y no entienden. Si yo no me levanto a sacar la basura de la alcantarilla mi casa se llena de agua”, comentó Segovia.

“No queda más que sancionarlos, se los debe sancionar, en la legislación debe buscarse la forma de sancionarlos, porque aquí conocen el horario en el que pasa la basura, pero la sacan después”, expresó Solórzano, quien incluso tuvo un altercado con un ciudadano que, según él, iba a dejar un saco de basura en la esquina cuando la calle todavía estaba anegada.

Helen Carrillo, de 52 años, de la manzana 59, villa 17, tampoco pudo dormir desde las 03:00. A las 09:30 ella seguía sacando agua de su casa con una escoba. Dijo que es la segunda vez en siete años que una lluvia, como la de ayer, inunda su casa. Sus vecinos también sacaban agua de sus viviendas y de los carros con tinas, baldes y paños.

En la cdla. 9 de Octubre, algunos vecinos no podían sacar los carros de sus garajes porque las calles estaban anegadas. “El problema aquí son las alcantarillas”, dijo un habitante.

Al mediodía, la mayoría de calles ya estaban secas.

Fuente: El Universo