En 2014 fue en Porto Alegre, Brasil. En 2015, entre La Serena y Viña del Mar, en Chile. Lionel Messi cumple 29 y los celebra en Nueva York, la ciudad donde todo es posible y el domingo (19:00 de Ecuador) espera finalmente dar la vuelta olímpica con Argentina.
Se aguardan miles de mensajes y muestras de afecto al cinco veces Balón de Oro de la FIFA al mejor jugador del mundo, así como una pequeña celebración dentro del plantel argentino a dos días de la final de la Copa América Centenario contra Chile.
Papá de Thiago y Mateo, casado con Antonella Roccuzzo, la ‘Pulga’ llega a su último año como ‘veinteañero’ transformado ya en un hombre maduro, al que acaba de agregarle una reciente confirmación estética: una barba que ha causado furor.
Líder de su selección y del FC Barcelona, ganador implacable de todo título posible con su club español (8 ligas, 4 Copa del Rey, 4 Champions League, tres mundiales de Clubes), Messi llegó a Estados Unidos para sacarse la profunda espina que tiene clavada con la mayor albiceleste.
Campeón Mundial sub-20 en Holanda-2005, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín-2008, Messi necesita que esta revancha con Chile, verdugo en la final de la Copa América del año pasado, sea la vencida.
Acumula tres definiciones perdidas con Argentina: las Copa América de Venezuela-2007 y Chile-2015 y el Mundial de Brasil-2014, estas dos últimas consecutivas y muy traumáticas para el astro y una generación de estrellas que lo ha ganado todo en Europa con sus clubes.
Pero marcó un nuevo récord con la albiceleste. El día que vencieron 4-0 a EE.UU. se convirtió en el máximo artillero histórico de la selección argentina con 55 goles, uno más que Gabriel Batistuta.
Fuente: AFP