Liga de Quito no halla una salida a la crisis futbolística

La mala racha de Liga de Quito en el inicio del campeonato tiene preocupados a la dirigencia, cuerpo técnico y jugadores. Todos los actores se muestran molestos por la actualidad del club, pero existe un respaldo prácticamente unánime para que la gestión del entrenador uruguayo Gustavo Munúa, continúe.

Los ‘albos’ solo han ganado uno de los nueve partidos que han disputado en lo que va de la primera etapa. En la cuarta fecha goleó 4-0 a River Ecuador en Casa Blanca y sirvió como aliciente, luego de un inicio sin triunfos.

Sin embargo, apenas sirvió para sumar en la tabla y las cosas no cambiaron en los siguientes encuentros. Mañana disputarán un partido crucial contra El Nacional, pues comparten los últimos lugares en la tabla de posiciones, que además se repetirá a semana seguida en la fecha espejo.

Como cada jueves, antes del partido del fin de semana, ayer Munúa habló para los medios. Evidentemente trató el tema de los resultados del equipo y de cómo salir de esta situación. “Estamos todos muy comprometidos por lo que significa Liga, dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchada. Son momentos incómodos pero los estamos viviendo juntos; ojalá que lo antes posible lleguen los momentos que todos queremos”.

El exportero destacó la fortaleza mental de la plantilla para afrontar el presente de los ‘albos’. “A nivel sicológico, el equipo no ha bajado; lo veo cada día. Obviamente que los resultados ayudarían mucho. Cada entrenador tiene su libreto y pienso que de a poco se van viendo cosas”, agregó ayer Munúa.

El máximo referente en Liga de Quito, Rodrigo Paz, resaltó su confianza hacia el uruguayo y comparó la situación con la de Edgardo Bauza, cuando llegó en 2006.

Los resultados no eran favorables para el ‘Patón’, tanto así que ante los reclamos de los aficionados tuvo que salir en un patrullero tras un partido en Casa Blanca. Sin embargo, Paz se mantuvo firme en que el argentino continúe al mando del club, por su forma de trabajar.

Los resultados llegaron con el tiempo y el directivo presiente lo mismo con Munúa. “Realmente me sorprende que con su buen trabajo no se den los resultados. Le tengo mucha confianza al entrenador y estoy seguro de que estas cosas tienen que mejorar. Los jugadores lo respetan (al DT). Pero algo está pasando que no logramos que este equipo funcione como debería”, señaló en entrevista con radio La Red.

Ese ‘algo’, al que hace referencia Paz, es lo que tratan de hallar a la interna del plantel. Los futbolistas se expresan cada vez sobre el buen trabajo que realizan en Pomasqui, pero que en la práctica no dan resultado. “Sabíamos que sería un inicio de año complicado, porque se armó un grupo nuevo y la institución no venía en los mejores años de su vida. Hay un grupo como para salir adelante”, comentó el defensor Horacio Salaberry.

Tanto Esteban Paz, como su padre Rodrigo, negaron que dejarán el club en las circunstancias actuales. Incluso el mayor de los Paz, que anteriormente señaló que dejaría la dirigencia deportiva en este año, cambió su idea y estará en el equipo hasta que se logre enderezar el rumbo.

Cuestionó la calidad de uno de los refuerzos extranjeros, el uruguayo Rubén Olivera, pues para su criterio si juega 10 o 20 minutos, “no es el futbolista que se nos recomendó”. A mitad de año podría haber cambios con respecto a los foráneos, pues también se criticó a Felipe Rodríguez, otro ‘charrúa’ en el plantel.

Y trascendió que la barra organizada de Liga de Quito, Muerte Blanca, asistió un día a un entrenamiento en Pomasqui, según contó uno de los asistentes de Munúa, Franklin Salas. Expresaron su respaldo para lo que hace el equipo.

Esteban Paz indicó que no están abriendo puertas para que los aficionados presionen a los jugadores. “No hubo un solo desmán o una situación que se haya desbordado. Todo estuvo dentro del respeto mutuo; uno que otro jugador no reaccionó bien ante la situación”.

Mañana, a las 18:30 en Casa Blanca, Liga espera volver a la victoria después de cinco fechas sin conseguirlo. Ubicados en el décimo lugar, los ‘albos’ tienen la urgencia de salir de esas ubicaciones incómodas, a costa de otro colista.

Fuente: El Telegrafo