El gol de Ángel Mena, a los 19 minutos, que le daba la victoria transitoria a Emelec (0-1) sobre Barcelona y que al final terminó con la igualdad a 1, no fue festejado en el Monumental, pero sí en el Capwell.
La prohibición impuesta para estas finales de ida y vuelta, de jugar sin hinchada visitante, hizo que los eléctricos se reunieran en su escenario deportivo para observar el duelo en dos pantallas gigantes. Una ubicada en el centro de la cancha y la otra es la que originalmente funciona como marcador.
Los aficionados millonarios coparon las localidades de la general de la avenida Quito, la tribuna de la calle San Martín y parte de la tribuna de General Gómez, que fue habilitada de último momento.
Como si estuvieran en el Monumental, los hinchas azules aplaudieron cada acción de su escuadra e incluso se burlaban de las reacciones del técnico Rubén Israel cuando aparecía en las imágenes.
La explosión de júbilo llegó con el gol de Mena. La tranquilidad de los barristas se convirtió en alboroto, pues los dirigidos por Gustavo Quinteros vencían a su tradicional rival.
“¡Cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer, si eres para mí la vida, por eso nunca te dejaré!” fue el grito que retumbó en el escenario deportivo.
Cada acción de peligro en el área torera era festejada por los azules. Sin embargo, cuando sus cánticos tomaron más fuerza sobre el final del partido, llegó el tanto de Ismael Blanco (88m), que significó la igualdad canaria. Esto los enmudeció por un instante, pero no dejaron de aplaudir, a la distancia, a los jugadores de su equipo.
“El domingo es todo, vamos a ser campeones en nuestro estadio”, repetían alborotados varios seguidores eléctricos a la salida del Capwell.
Fuente: El Universo