En 9 zonas de Guayaquil se concentran los lavadores informales de carros

Desde la semana pasada, Antonio Muñiz lava carros solo. Sus dos ayudantes optaron por dejar el oficio ante la disposición municipal de no permitir esta actividad en la vía pública.

En el hombre, oriundo de Jipijapa (Manabí), hay desazón, pues lavar carros en la calle 11 y Ayacucho ha sido, por más de once años, la única fuente de ingreso con la que mantiene a su esposa y dos hijos, que actualmente estudian en colegio.

A partir del lunes 5, el Municipio comenzó a efectuar operativos para sancionar con una multa equivalente al 50% del salario básico ($ 177) a quienes ocupen la vía para vender, lavar o arreglar los desperfectos mecánicos de los automotores. También la sanción aplica a quienes requieran los servicios en la calle.

“Si hay posibilidad de alquilar sí se puede alquilar (local), porque realmente los dueños de carros no quieren lavar ahorita en la calle por el miedo de las multas”, sostiene Muñiz, quien desconoce qué requisitos debe reunir para obtener una autorización y poder desempeñar su oficio formalmente.

Él es parte de decenas de personas que lavan carros en las calles 11 entre Alcedo y Francisco de Marcos, en el suroeste guayaquileño. Otros grupos se ubican en Cuenca entre Brasil y Los Ríos. Estos son dos de, al menos, nueve sectores de la ciudad donde se concentran los que viven del oficio.

En el norte las zonas más conocidas son la avenida Isidro Ayora entre Mucho Lote y Bastión Popular, Sauces y cerca de la av. Juan Tanca Marengo.

En el centro, los lavadores de carros están en la ciudadela Chemisse, detrás del cuartel de Policía. En el noroeste se encuentran en Monte Sinaí; en el sur, en la av. Hugo Cortés entre Urbasur y el Guasmo.

“Lavan bien, hay otras personas que medio le echan agua y queda todo sucio el carro, por eso uno busca a los conocidos”, dice Alejandro Bohórquez, cliente de Muñiz.

Domingo Guzmán tiene en el oficio más de 25 años y se ubica en la 11 y Huancavilca. Usa la vía pública porque aduce que los ingresos que percibe no son suficientes para alquilar un establecimiento.

“A la edad que tengo, 60 años, nadie me da trabajo”, sostiene y enfatiza que es necesario que quienes se dedican a esta actividad conformen un gremio para acudir al Cabildo y buscar alternativas para ellos.

En el sector de Mucho Lote, personas que lavan carros en la av. Isidro Ayora proponen que el Municipio les cobre un impuesto, pero que a cambio les deje usar la vía pública.

“Nos comprometemos a limpiar, dejar limpio (la calle) pero en un local no nos va a dar (ingresos) son 500, 600 dólares que se paga (en alquiler)”, plantea Jimmy Martínez.

Ángel Valle, quien lava automotores en la av. Hugo Cortés, no está de acuerdo con la disposición, pues dice que les afecta injustamente. Mientras, Miguel Cevallos, su cliente, desconoce el valor de la sanción para los dueños de autos, pero considera injusto que se aplique.

“Imagínese, ya uno corre peligro, como si se está haciendo algo malo”, acota.

Fuente: ELUNIVERSO